Al principio la conexión a Internet era un lujo que costaba quedarse sin línea de teléfono y el precio de una llamada de larga duración. En un mundo sin móviles, el estar sin teléfono era igual de malo que el precio que costaba la llamada pues a partir de la hora de la tarifa reducida tú aprovechas para conectarte, pero toda la familia aprovechaba también para llamar. Esto hacía que tu disfrute de Internet fuera interruptus.
La alternativa era fácil, había que resolver una sencilla ecuación del tipo:
(tarifa reducida && !(Familiares))
Lo que te llevaba invariablemente a conectarte por la noche a horas intempestivas. Después llegarían las líneas independientes con tarifas asequibles y por fin la posibilidad de la conexión dual de telefonía e Internet por la misma línea pero el hábito de conexión horaria se había establecido ya, horario nocturno.
Con la posibilidad de conectarse a precio fijo a Internet nació también la costumbre de aprovechar al máximo Internet mediante la programación de tareas de descarga. Ya fueran partes de ficheros con programas en las news, archivos de ftps o más tarde de todo con la aparición de los p2p.
Al final, el equipo se queda más tiempo del que tú aguantabas encendido trabajando, y este era un trabajo duro para el que había que preparar el equipo. La rotura de la fuente de alimentación era la avería más común, pero había algunos componentes, que si no eran de buena calidad, acababan por romperse por el calor. Para que no se tostara el ordenata yo tenía mi pobre cabezón siempre abierto y con una cantidad de ventiladores para construir un buen ciclo de ventilación.
Mi último cabezón tenía dos ventiladores de caja, uno de micro, otro en la fuente de alimentación, tres en la tarjeta gráfica y otros tres en una bahía frontal, haciendo que el ruido de los diez ventiladores sonara más que un avión. Durante la noche, en el silencio total, el ordenador se oía por encima de todo y, si algún ventilador empezaba a hacer ruido, la fiesta era total.
Para alguien con problemas de sueño como yo, esto no ayudaba nada, así que cuando se pasó esa ansia de “aprovechar Internet” al máximo, y empecé a apagar el ordenador por las noches con la consiguiente mejora en el sueño. Cambié mis horarios y volví al punto en el que me siento más a gusto, la mañana, el momento del madrugador. Acostarse pronto y ser el primero en levantarse para poner las calles y disfrutar de un nuevo día despejado sin gente aun. Como las gallinas.
Pero… los problemas de sueño volvieron. Sí, había apagado el cabezón por las noches, pero había otro ordenador que apagar también. Este otro cabezón no descarga cosas por las noches, pero tiende tendencia a realizar montones de procesos en batch para organizar y planificar tareas, y sólo se apaga si le pones una tarea intensiva en procesamiento: La lectura.
Desde hace años es obligatorio para mí el poder leer antes de acostarme, y aun así, noches como ésta, en la que comienza el nuevo año, en la que muchos compañeros regresan de vacaciones, en las que se acerca la fecha de una nueva gira que me llevará por España, en la que se arranca oficialmente un nuevo trimestre de trabajo intensivo hasta Semana Santa, con un viaje a Washinton D.C, otro viaje a Oslo, la participación en el FTSAI, la Alcolea Party, el día de Internet Seguro, la Xtrelan Party, los Hands On Lab de los viernes tarde y todo lo demás, ni con la lectura intensiva consigo apagar el ordenador y se queda encendido. Como si tuviera una SAI que soportara la perdida de energía.
Pero.. seguro que sabéis de que os hablo, ¿verdad?. Suerte a los que comenzáis el año oficialmente hoy.
Saludos Malignos!
La alternativa era fácil, había que resolver una sencilla ecuación del tipo:
Lo que te llevaba invariablemente a conectarte por la noche a horas intempestivas. Después llegarían las líneas independientes con tarifas asequibles y por fin la posibilidad de la conexión dual de telefonía e Internet por la misma línea pero el hábito de conexión horaria se había establecido ya, horario nocturno.
Con la posibilidad de conectarse a precio fijo a Internet nació también la costumbre de aprovechar al máximo Internet mediante la programación de tareas de descarga. Ya fueran partes de ficheros con programas en las news, archivos de ftps o más tarde de todo con la aparición de los p2p.
Al final, el equipo se queda más tiempo del que tú aguantabas encendido trabajando, y este era un trabajo duro para el que había que preparar el equipo. La rotura de la fuente de alimentación era la avería más común, pero había algunos componentes, que si no eran de buena calidad, acababan por romperse por el calor. Para que no se tostara el ordenata yo tenía mi pobre cabezón siempre abierto y con una cantidad de ventiladores para construir un buen ciclo de ventilación.
Mi último cabezón tenía dos ventiladores de caja, uno de micro, otro en la fuente de alimentación, tres en la tarjeta gráfica y otros tres en una bahía frontal, haciendo que el ruido de los diez ventiladores sonara más que un avión. Durante la noche, en el silencio total, el ordenador se oía por encima de todo y, si algún ventilador empezaba a hacer ruido, la fiesta era total.
Para alguien con problemas de sueño como yo, esto no ayudaba nada, así que cuando se pasó esa ansia de “aprovechar Internet” al máximo, y empecé a apagar el ordenador por las noches con la consiguiente mejora en el sueño. Cambié mis horarios y volví al punto en el que me siento más a gusto, la mañana, el momento del madrugador. Acostarse pronto y ser el primero en levantarse para poner las calles y disfrutar de un nuevo día despejado sin gente aun. Como las gallinas.
Pero… los problemas de sueño volvieron. Sí, había apagado el cabezón por las noches, pero había otro ordenador que apagar también. Este otro cabezón no descarga cosas por las noches, pero tiende tendencia a realizar montones de procesos en batch para organizar y planificar tareas, y sólo se apaga si le pones una tarea intensiva en procesamiento: La lectura.
Desde hace años es obligatorio para mí el poder leer antes de acostarme, y aun así, noches como ésta, en la que comienza el nuevo año, en la que muchos compañeros regresan de vacaciones, en las que se acerca la fecha de una nueva gira que me llevará por España, en la que se arranca oficialmente un nuevo trimestre de trabajo intensivo hasta Semana Santa, con un viaje a Washinton D.C, otro viaje a Oslo, la participación en el FTSAI, la Alcolea Party, el día de Internet Seguro, la Xtrelan Party, los Hands On Lab de los viernes tarde y todo lo demás, ni con la lectura intensiva consigo apagar el ordenador y se queda encendido. Como si tuviera una SAI que soportara la perdida de energía.
Pero.. seguro que sabéis de que os hablo, ¿verdad?. Suerte a los que comenzáis el año oficialmente hoy.
Saludos Malignos!
Stress
ResponderEliminarRecuerda: no por mucho madrugar amanece más temprano.
Saludos.
Y yo que creía que era especial :)
ResponderEliminarTengo varias costumbres que me ayudan.
Realizo tareas entretenidas y que no tengan que ver con informática por lo menos 2 horas antes de acostarme, como por ejemplo ver una peli o echar una partida al ordenata, lo de leer supongo que también vale. Vamos, desconectar un par de horas antes de acostarme.
Ir a nadar también me relaja un montón.
También he tratado de ver la relatividad de las cosas. Esto es complejo porque además eso que te causa estrés te gusta, pero todo en exceso es malo, y el descanso es necesario.
Saludos.
@maligno
ResponderEliminarSólo para tocar un poco los cojones:
(tarifa reducida && !(Familiares)) no es una ecuación. Las ecuaciones (como su propio nombre indica) son igualdades, y no hay un "=" por ningún sitio. En todo caso, se trata de una expresión.
Respecto a la lectura, sólo hay un tipo de lectura que a mí me permite poner el tarro en suspend mode: Mortadelo y Filemón: los puedes coger por cualquier página, haberlos leído 80 veces y dejarlos en cualquier momento. Son perfectos para realizar un desacoplamiento mental.
Un saludo,
Pedro
y en lógica es una fbc (fórmula bien construida) ;-)
ResponderEliminarYo por la noche llegaba a estudiar, ahora que tengo esposa llego a ver novelas :'(
ResponderEliminarHace años mi ex-novia me instruía sobre las clasificaciones de las personas en una asignatura que daba de psicología, y una ellas, la tipo A, tenía un perfil muy pro-activo, muy entusiasta, dormían poco,etc etc...eran personas capaces de llevar una vida mucho más acelerada y capaz de llevar muchos frentes pa'lante...entre otros.
ResponderEliminarLo que mola realmente es sentir que la agenda está a tope y cada día, en un contexto diferente hablamos de un reto diferente; es el valor que entiendo tiene tu objetivo, y espero que nunca te hartes, porque en ese momento, dejarás de ser tu!
Espero que todos los retos de 2009 te vayan muy bien! Suerte!
Para relajarte: un peta.
ResponderEliminarPara dormir: un porro.
Para desconectar: un Mai.
Para olvidar: un canuto.
Para Estudiar: ni se te ocurra cualquiera de los metodos anteriores.
ya sabes que ese es un mal síntoma, ten cuidado nene, muxu
ResponderEliminarSuerte para ti también Maligno. Siempre adelante.
ResponderEliminarSaludos!
Cabrones!!! os digo que no he dormido y me corregís el texto??? grrr hoy he dormido!!!
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