Viendo la extraña y acelerada situación de este año, me acordaba de una frase que había leído en muchos ezines tiempo ha. Una frase que se puede encontrar en los sitios donde se almacenan estos ficheros o en foros de debate: Hackers will rule the world.
Este es un tema recurrente de mi infancia. Esos momentos en los que, jugando con tu ordenador o leyendo cosas, fantaseabas o intuías con todas las cosas que se podrían llegar a hacer cuando los ordenadores estuvieran en todas partes. Hechos que, tras sufrir hiperbólicas transformaciones cuando los tamizabas con los comics de superhéroes o películas de ciencia ficción, se acaban por antojar una locura de ciencia ficción que nunca pasaría.
Ordenadores en todos los electrodomésticos de una casa que pudieran ser hackeados e hicieran que la casa atacara a sus individuos, ataques a los sistemas informáticos que controlan las centrales nucleares, chips implantados en las personas que pudieran cambiar el comportamiento de las mismas, chavales que se pudieran colar en las centrales que controlan los sistemas de lanzamiento de misiles o de generación de electricidad, ataques terroristas realizados mediante la manipulación de los elementos químicos en las plantas de potabilización del agua, o que cualquiera pudiera derrocar un gobierno o un sistema por medio de información robada.
Hasta que la realidad superó la ficción.
Hoy en día los hackers mandan en el mundo, pero no con la nunca-clara-ley-o-espíritu de los hackers. Sino personas que van más allá de lo que se ve. Técnicos apasionados, mentes privilegiadas, esforzados cerebros que buscan puertas donde no las hay o caminos donde no existen. Gente que parece que va para atrás cuando realmente está tomando un atajo para ir tres pasos por delante.
Hoy en día un equipo deportivo no gana triunfa sin un buen nutrido equipo de hackers que van desde robar información hasta vivir en el límite de las reglas. La industria del malware, que se dedica a robar dinero a cuentas bancarias, necesita contar con gente capaz de saltarse los sistemas de protección en los ordenadores, los servidores y engañar al software antimalware. Gente que aplica conceptos explicados en los ezines hackers largo tiempo antes. Los gobiernos comienzan la guerra por Internet antes de enviar las tropas a las fronteras, se atacan los sistemas de comunicaciones, se espía al enemigo aprovechando vulnerabilidades en los algoritmos de cifrado o en las aplicaciones que los implementan. Hoy en día, hay ataques que se hacen solo con malware, como el caso de Stuxnet, o el espionaje se realiza utilizando técnicas hackers, como en el caso de Auroa o el malware en el Pentágono. Hoy en día una página web y un CD-RW pueden generar una oleada de anarquía y desobediencia civil, o que un gobierno como el de USA tenga que cambiar toda su cúpula diplomática mundial como es el caso del efecto Wikileaks.
Los adolescentes se acosan con troyanos, los jefes hacen mobbing y espían a sus empleados con rootkits, las mafias dedicadas al phishing se especializan en saltarse mecanismos de protección para controlar una botnet lo más grande posible, hackers se empecinan en acabar con el control de los dispositivos por las multinacionales haciendo herramientas de jailbreak versión tras versión, mientras que los gobiernos tratan de defenderse contra Wikileaks usando ataques de denegación de servicio distribuido DDOS. ¿Alguien duda de que hoy son los hackers los que mandan?
Saludos Malignos!
Este es un tema recurrente de mi infancia. Esos momentos en los que, jugando con tu ordenador o leyendo cosas, fantaseabas o intuías con todas las cosas que se podrían llegar a hacer cuando los ordenadores estuvieran en todas partes. Hechos que, tras sufrir hiperbólicas transformaciones cuando los tamizabas con los comics de superhéroes o películas de ciencia ficción, se acaban por antojar una locura de ciencia ficción que nunca pasaría.
Ordenadores en todos los electrodomésticos de una casa que pudieran ser hackeados e hicieran que la casa atacara a sus individuos, ataques a los sistemas informáticos que controlan las centrales nucleares, chips implantados en las personas que pudieran cambiar el comportamiento de las mismas, chavales que se pudieran colar en las centrales que controlan los sistemas de lanzamiento de misiles o de generación de electricidad, ataques terroristas realizados mediante la manipulación de los elementos químicos en las plantas de potabilización del agua, o que cualquiera pudiera derrocar un gobierno o un sistema por medio de información robada.
Hasta que la realidad superó la ficción.
Hoy en día los hackers mandan en el mundo, pero no con la nunca-clara-ley-o-espíritu de los hackers. Sino personas que van más allá de lo que se ve. Técnicos apasionados, mentes privilegiadas, esforzados cerebros que buscan puertas donde no las hay o caminos donde no existen. Gente que parece que va para atrás cuando realmente está tomando un atajo para ir tres pasos por delante.
Hoy en día un equipo deportivo no gana triunfa sin un buen nutrido equipo de hackers que van desde robar información hasta vivir en el límite de las reglas. La industria del malware, que se dedica a robar dinero a cuentas bancarias, necesita contar con gente capaz de saltarse los sistemas de protección en los ordenadores, los servidores y engañar al software antimalware. Gente que aplica conceptos explicados en los ezines hackers largo tiempo antes. Los gobiernos comienzan la guerra por Internet antes de enviar las tropas a las fronteras, se atacan los sistemas de comunicaciones, se espía al enemigo aprovechando vulnerabilidades en los algoritmos de cifrado o en las aplicaciones que los implementan. Hoy en día, hay ataques que se hacen solo con malware, como el caso de Stuxnet, o el espionaje se realiza utilizando técnicas hackers, como en el caso de Auroa o el malware en el Pentágono. Hoy en día una página web y un CD-RW pueden generar una oleada de anarquía y desobediencia civil, o que un gobierno como el de USA tenga que cambiar toda su cúpula diplomática mundial como es el caso del efecto Wikileaks.
Los adolescentes se acosan con troyanos, los jefes hacen mobbing y espían a sus empleados con rootkits, las mafias dedicadas al phishing se especializan en saltarse mecanismos de protección para controlar una botnet lo más grande posible, hackers se empecinan en acabar con el control de los dispositivos por las multinacionales haciendo herramientas de jailbreak versión tras versión, mientras que los gobiernos tratan de defenderse contra Wikileaks usando ataques de denegación de servicio distribuido DDOS. ¿Alguien duda de que hoy son los hackers los que mandan?
Saludos Malignos!
Será Hackers will rule the World ¿no?
ResponderEliminarConviene corregir el título.
@Mikelats, done.
ResponderEliminarSí, has sido rápido. Más rápido que mi propio comentario. Lo que pasa es que la araña de Google ya te ha cazado.
ResponderEliminarBuen post. Entre modernista y clásico.
Saludos.
Los jefes pueden hacer moving "mudanza" o "mobbing" puteo...
ResponderEliminarTe has olvidade de The pirate bay
ResponderEliminar@anónimo, fixed.
ResponderEliminarMe encanta la pensar que por fin ha llegado una era en la que el pensamiento creativo permite dar un paso más allá que los demás, independientemente de que sea posible gracias a la tecnología.
ResponderEliminar¡Fantástico post!
Mikelats el Olentzero esta llegando!!!!
ResponderEliminarMuy buen post
ResponderEliminarTe has olvidado del peligrosísimo usuario hacker (el jaque, en castellano): cabo militar o becario civil puesto en dónde no se debe por su mando o jefe por ignoracia, vagancia o ahorro. Y contra este poco o nada se puede hacer.
ResponderEliminarEn mi opinión los hackers y los que no son tan hackers deberían contribuir más intensamente a la revolución social que necesitamos y así escribir un trozo de historia más allá del lucro material personal.
ResponderEliminarHasta entonces esto sigue siendo $,€, etc rule the world.