Mis primeras presentaciones fueron nefastas. Lo hacía bastante mal y me sentía bastante frustrado. Si alguien piensa que no vale para dar una presentación, o que se siente totalmente incapaz de hacerlo, entonces puede entender más o menos cómo me sentía yo cuando tuve que dar mis primeras charlas en público. No se me daba nada bien y como os conté me daba Pánico.
Sin embargo, he tenido una mamá que siempre me ha apoyado, a veces incluso en cosas imposibles para mí, y lo hacía con una frase que me sacaba de quicio en aquel entonces: "Nadie nace sabiendo hijo, si otros han podido, entonces tú también puedes".
Por supuesto, la respuesta que daba cabreado era que hay hombres que han corrido los 100 metros en menos de 10 segundos y yo nunca iba a ser capaz de hacerlo, que había límites innatos, que yo no tengo el cerebro de Einstein, etcétera, pero en el fondo algo calaba esa perorata continua de mi madre en mis orejas, y volvía a intentarlo. Leía, estudiaba, practicaba, y luchaba por hacerlo un poco mejor.
Dar presentaciones es cuestión de práctica, y como toda ciencia o saber humano, tiene ciertas reglas, que aunque no parezcan descriptibles con un lenguaje algebraico que termine con un Q.E.D., sí que se pueden describir los condicionantes de una ecuación que dan un buen resultado.
Mi admirado Gonzalo Álvarez Marañón (@ArtePresentar), uno de los mejores ponentes que conozco, hace tiempo que abandonó sus presentaciones sobre seguridad y criptografía para centrar todo su potencial en El Arte de Presentar, y ahora lo ha plasmado en un fantastico libro.
Figura 1: Gonzalo presentando el libro de El arte de presentar |
Hoy por la mañana me senté a leerlo un rato, y me enganchó. Con más de 300 páginas, en una presentación impecable, el libro recoge reglas fundamentales y avanzadas que ayudan a dar una buena presentación. Me he visto reconocido en muchas de las cosas que a golpes he ido aprendiendo, y otras nuevas que me han ayudado a entender el porqué algo no funcionó.
Me ha hecho sentir especialmente contento, el verme retratado como ejemplo en la parte de las demostraciones, aunque algunas veces, como a todo hijo de vecino, me ha fallado alguna demo - ley de vida -.
Si te sientes, o te has sentido como yo me sentía, sólo debes aprender y practicar cómo se da una buena presentación - sea la temática que sea -, y puedes leer el blog de El Arte de Presentar, asistir algún Curso de Presentaciones de Alto Impacto (hay uno mañana y otro pasado mañana) o leer el Libro de El Arte de Presentar.
Saludos Malignos!
Muchísimas gracias por tu amable post. Viniendo de uno de los ponentes más apreciados del panorama de conferenciantes en España, ¡es todo un halago!
ResponderEliminarEres un showman tío! :-)
ResponderEliminarBien Chema, creo que pecas un poco de modesto ya que tus charlas son una inspiración "en vivo" para quienes queremos hacerlo mejor. No me canso de verlas una y otra vez, descubriendo esos truqillos que usas para tener al espectador atento y confieso que he recurrido a alguna de tus frases o chistes en mis talleres. Gracias desde Colombia
ResponderEliminarChema, te he visto tres veces en directo. Eres un máquina. Cualquiera diría que tenías pánico en tus inicios. Creo que tu madre se equivocaba y hay gente que nace aprendida, lo que pasa es que no lo sabías. jeje. Soy profesor de Informática y he utilizado tus "giros" y tus "anécdotas" en muchas conferencias. Lo principal es parecer "ir sobrao" lo demás es "arte de presentar". Enhorabuena!!! Una cosa con respecto al libro, sigo sin comprender las políticas de precios para el libro electrónico: en papel 17 euros, en pdf 12,34. No sé vosotros, pero yo no lo veo normal.
ResponderEliminar"Nadie nade sabiendo"
ResponderEliminarcreo que la palabra es "nace" maligno.
Gracias por el post nos ayuda a muchos.
Saludos.