Tres mil

Han pasado ya muchos días. Muchos en los que los sigo manteniendo una estricta rutina para que cada día haya un post en El lado del Mal. La gente que me conoce con más cercanía sabe que los días en los que no tengo preparado el tema que voy a publicar al día siguiente en este blog, siento cierta preocupación. Es una responsabilidad auto-impuesta hacia mi persona, una especie de constatación de que sigo teniendo fuerza de voluntad para sacar los proyectos que me plantee. Soy mi peor juez en este reto hacking que juego conmigo mismo.

Por otro lado, escribir mis vivencias aquí es también parte de una necesidad vital de comunicar. No sé como explicarlo bien, pero desde que comencé a tener uso de consciencia, quería ser profesor. Adoraba estudiar y me encantaba el trabajo de enseñar, por eso cuento lo poco que sé. Aunque no os lo creáis, no sé mucho más de lo que voy escribiendo por aquí.

Supongo que como consecuencia de esa necesidad de compartir lo que sé, acabé sacándome el Curso de Acreditación al Profesorado, y pese a tener menos tiempo libre de lo que jamás soñé, me he resistido a dejar mi trabajo en la radio, mis charlas de vez en cuando y mis clases en la Universidad. Y por supuesto, no iba a dejar de escribir en mi blog.

Escribir en el blog es una forma de compartir las cosas que voy aprendiendo con los demás. Pero también es una forma de vivirlas de nuevo. De volver a descubrirlas desde otro enfoque. Puedo volver al pasado con facilidad, leer un post que escribí hace tres años y recordar la sensación inicial, el momento en qué me encontraba... y saber cómo y por qué lo escribí. Y a veces me saco una sonrisa y todo.

Escribir en el blog ha sido una forma de descubrir amigos por todo el mundo, compañeros de profesión, clientes y hasta jóvenes padawans. Ha sido una forma de descubrir la tecnología. De amarla un poco más. De enamorarme de la seguridad informática. Ha sido una forma de intentar entender el mundo de hoy en día, con sus cambios a la velocidad de la luz y sus mil adaptaciones a nuevos entornos.

Han sido con el de hoy 3.000 veces las que he dado al botón de publicar para que saliera parte de mí hacia afuera. Han salido artículos de todo tipo, la mayoría técnicos o referentes a seguridad informática, pero también vivencias, gustos musicales o dibujos. Hubo un tiempo en el que coordinaba por aquí la publicación de los retos hacking. Convencí dos años a grupos de personas maravillosas para que se pusieran en paños menores con el objeto de recaudar fondos para ONGs en los famosos Calendarios Tórridos donde yo también participé. He vivido Informática 64, 0xWord, Cálico Electrónico y la nueva Eleven Paths con vosotros. Os hablé de Talentum y también de la gente maravillosa que he ido conociendo, a la que he ido entrevistando.

Os hablé de la crianza de la FOCA desde el minuto uno, pero también de mi paso por las conferencias del mundo por las que he tenido la suerte de estar. Abusando de vuestra confianza me he metido en las vidas de muchos de vosotros hasta tal punto que cuando nos juntamos sabéis tanto de mí que ya es como si lleváramos mucho tiempo siendo amigos. Hasta tal punto, que si un día me retraso en publicar recibo mensajes de preocupación por todos los canales posibles.

No sé si habrá otros 3.000 posts más en este blog. Siempre he hecho la broma con mis amigos de que tengo un post que dice: "Este blog se autodestruirá en 3, 2, 1...." para el día que me canse. Pensar ahora en pasar los próximos 8 años que vienen por delante escribiendo todos los días para llegar a los 6.000 posts me parece una crono-escalada con mucha pendiente, así que prefiero ir paso a paso y pensar día a día en ello.

Por hoy ya escribí, e intentaré que mañana haya un nuevo post. Luego... ya veremos .

Saludos Malignos!