Todo acaba llegando. Lo bueno, y lo malo. El final de lo malo, el final de lo bueno. El tiempo lo acaba limpiando todo con una implacable tabla rasa que da vértigo solo de imaginar. Esto también pasará, decía un tatuaje que ya no recuerdo. Cuando era un niño siempre veía el año 2.000 como un futuro inimaginable en el que los coches volarían y los robots pasearían con nosotros por las ciudades. Pero un día llegó, y la vida continuó como si nada hubiera pasado. Reyes, mendigos, héroes y villanos nos igualamos todos ante el paso firme del reloj de arena que va derramando grano a grano el lienzo sobre el que se puntean las cosas que vivimos. El tiempo.
Cumplir diez años en un blog es solo cuestión de tiempo. Exactamente de diez ciclos completos alrededor del sol. De diez primaveras, de diez veranos, de diez otoños y de sus consiguientes diez inviernos. Eso es exactamente lo que ha pasado desde el veintiséis de Enero del año 2006, día que decidí abrir "Un informático en el lado del mal". Solo han pasado días y horas en el reloj del tiempo, pero en mi interior y en el mundo exterior que me rodea han pasado muchas más cosas.
Las urgencias y batallas de años atrás han dejado paso a angustias y penas nuevas, salpicadas de grandes alegrías y satisfacciones. Momentos felices y divertidos llenos de encuentros nuevos retorcidos de despedidas dolorosas, pérdidas y tristezas endiabladas que se enraízan en el alma. Vivir, al fin y al cabo, una década sobre esta tierra que hemos heredado temporalmente y que un día deberemos ceder - lo mejor que esté en nuestras manos - a los que vendrán.
Llevo tiempo echando la vista atrás para ver con el ojo de la distancia quién era yo hace diez años y quién soy hoy en día. Con dificultad reconozco mis patrones, mis dejes, mis virtudes y mis defectos cuando miro a cómo era en 2006. Mucho más complejo es todo si miro a ver cómo era yo en el año 1999 cuando me embarqué en la agitada odisea de levantar Informática 64. Ni que decir tiene que volver a los años de infancia cuando miraba con cara de asombro TRON, Juegos de Guerra o Hackers en la pantalla es aún más extraño. Son recuerdos vívidos de un mundo que parece que nunca llegó a existir más allá de mi ensoñación. Como el recién despertado de un intenso sueño, me cuesta creer que viviera de verdad lo que he vivido en los dos últimos años, cuan más difícil de imaginar más larga distancia atrás.
Ciñéndome solo a la última década de mi vida, al año 2006 y venideros, los cambios en mi existir han sido muchos y divertidos. Aún no llevaba el gorro en las conferencias. No sería hasta el 22 de Octubre de 2006, con el lanzamiento de Windows Vista, cuando por primera vez, en un alarde de imaginación para tapar el escaqueo a la hora de hacer las diapositivas, decidí participar en un teatrillo sobre el escenario con mi gorro. Aún no había dado mi primera charla en ninguna conferencia fuera de España y debería aún salir a vivir fuera de mi patria. Aún estaba pensando en regresar a la universidad a terminar la Ingeniería Superior de Informática y ni tan siquiera había creado a Josemaricariño y los No Lusers que no vendrían a mi universo personal hasta el año 2007.
En diez años el tiempo te da espacio para equivocarte tantas veces que parece mentira que solo sean unos miles de días, pero también te da oportunidad a levantarte cientos de veces, a aprender lo que una vida requiere para sobrevivir o a dirigir tu ser hacia rincones más allá de los límites de tu realidad.
Cuando abrí este blog no lo hice para que perdurara. No lo hice para que fuera una piedra angular en mi existencia. No lo hice con ningún motivo en mente más que para que fuera un lugar donde guardar lo que iba aprendiendo. Mi bitácora personal, que así se definían en el año 2006. Le puse unas calaveras en el contador y empecé a escribir de lo que me gustaba, lo que aprendía, lo que descubría y, fundamentalmente, de lo que vivía. Vivir para escribir. Escribir para vivir.
Poco a poco el blog comenzó a traerme amigos, enemigos y la mezcla de ambos, los "enamigos". Y creció más allá de mí. Más de lo que nunca hubiera imaginado que ocurriría. Se convirtió en lo que soy y en dónde estoy. En lo que en esencia vivo, amo y repudio. En mi psicólogo, en lo que me conecta conmigo mismo, en lo que me conecta contigo y en mi forma de decirte algo al oído sin saber tan siquiera si lo escuchas o no.
Han pasado diez años y sigo pensando en qué voy a postear mañana. En qué voy a contarte. En cómo voy a engatusarte. En cómo voy a decirte una mentira que te haga ser un poco más feliz o en cómo sorprenderte con un regalo o un baño de agua fría para que espabiles. Es mi sitio para gritar sin usar la voz, es mi lugar para llorar sin que veas mis lágrimas y la partitura que toca la música que calma mi alma sin que suene la melodía. Es un lugar en el que las palabras siempre dicen más de lo que muestran y menos de lo que deberían ocultar. Un lugar en el que los mensajes llegan en diferido, pero llegan. Una sala de emergencia de hospital para curar las heridas que deja el rebotar por el mundo.
Este blog es un lugar en el que puedo cerrar los ojos, mover los dedos sobre el teclado del ordenador e imaginarte detrás de tu pantalla tomándote tu café de mañana mientras lees estas líneas, o sentada en la habitación del ordenador leyendo este post mientras acaricias a tus mascotas con cara de sueño o nostalgia, o en el Metro yendo al trabajo mientras repasas los RSS de tus blogs desde el smartphone. O entrando a la hora de la comida, de forma furtiva, para ver qué ha dicho Chema hoy. Me conecta contigo, me conecta con el mundo. Cuando escribo algo pienso que ya te lo he dicho. Que ya se lo he dicho a todos. Ya está. No hay secretos. Te imagino en la buhardilla de tu casa leyendo mientras contestas el correo electrónico o atiendes una llamada. Sé que estás ahí.
Hay momentos en los que cumplir la autoimpuesta condena de escribir todos los días no sé si ha sido un dolor o un placer, pero en ambas caras de la misma moneda se encuentra la satisfacción. He pensado en cerrarlo, he pensado en traspasarlo, he pensado en quemarlo, he pensado en seguir con él. He pensado. Y he vuelto a pensar. Y cuando pienso me acuerdo de algo que no te he contado aún. Un secreto que no te he dicho, una aventura que no te he narrado, una historia que no me he inventado aún o un sentimiento que no he vivido. Y he pensado en contártelo. He pensado que te tal vez te gustaría leerlo. Que tal vez, aunque sea en la distancia y en el silencio, te traería un buen recuerdo, te provocaría un pensamiento o te haría sentir un poco lo que yo siento. Que te haría enamorarte un poco de mí u odiarme un poco más.
Un blog solo trae palabras unidas con hilo fino o lana gorda para formar textos que cuentan cosas. A veces son cosas bonitas, otras son solo eso, cosas. Y en diez años me ha dado tiempo a coser muchas palabras y a contar muchas cosas. Demasiadas cosas. Demasiado pocas cosas. Depende de cómo lo enfoque. Depende de si estoy delante o detrás del espejo cuando lo miro. Es solo un blog. Solo uno más. Solo que éste es el mío y si he conseguido engatusarte en estos diez años alguna vez, y he logrado que te leas este texto de hoy hasta la última línea, ¿por qué no iba volver a enamorarte alguna vez a lo largo de los próximos diez años con zalamerías de bits y bytes?
Figura 2: Antes de que cuente 10
Gracias por estar ahí. Gracias por haber estado ahí. Y a ti, que has sufrido alguna vez esperas a mi lado para que acabase de contarle cosas a mi blog, te dedico esta canción que representa lo que siento hoy en día, con las canas venidas a mis sienes y los años cumplidos, uno tras otro, hasta formar una buena colección de experiencias. Al final, lo que nos llevará al final serán los pasos que demos, no el camino.
Saludos Malignos!
Figura 1: Hoy "Un informático en el lado del mal" cumple 10 años |
Cumplir diez años en un blog es solo cuestión de tiempo. Exactamente de diez ciclos completos alrededor del sol. De diez primaveras, de diez veranos, de diez otoños y de sus consiguientes diez inviernos. Eso es exactamente lo que ha pasado desde el veintiséis de Enero del año 2006, día que decidí abrir "Un informático en el lado del mal". Solo han pasado días y horas en el reloj del tiempo, pero en mi interior y en el mundo exterior que me rodea han pasado muchas más cosas.
Las urgencias y batallas de años atrás han dejado paso a angustias y penas nuevas, salpicadas de grandes alegrías y satisfacciones. Momentos felices y divertidos llenos de encuentros nuevos retorcidos de despedidas dolorosas, pérdidas y tristezas endiabladas que se enraízan en el alma. Vivir, al fin y al cabo, una década sobre esta tierra que hemos heredado temporalmente y que un día deberemos ceder - lo mejor que esté en nuestras manos - a los que vendrán.
Llevo tiempo echando la vista atrás para ver con el ojo de la distancia quién era yo hace diez años y quién soy hoy en día. Con dificultad reconozco mis patrones, mis dejes, mis virtudes y mis defectos cuando miro a cómo era en 2006. Mucho más complejo es todo si miro a ver cómo era yo en el año 1999 cuando me embarqué en la agitada odisea de levantar Informática 64. Ni que decir tiene que volver a los años de infancia cuando miraba con cara de asombro TRON, Juegos de Guerra o Hackers en la pantalla es aún más extraño. Son recuerdos vívidos de un mundo que parece que nunca llegó a existir más allá de mi ensoñación. Como el recién despertado de un intenso sueño, me cuesta creer que viviera de verdad lo que he vivido en los dos últimos años, cuan más difícil de imaginar más larga distancia atrás.
Ciñéndome solo a la última década de mi vida, al año 2006 y venideros, los cambios en mi existir han sido muchos y divertidos. Aún no llevaba el gorro en las conferencias. No sería hasta el 22 de Octubre de 2006, con el lanzamiento de Windows Vista, cuando por primera vez, en un alarde de imaginación para tapar el escaqueo a la hora de hacer las diapositivas, decidí participar en un teatrillo sobre el escenario con mi gorro. Aún no había dado mi primera charla en ninguna conferencia fuera de España y debería aún salir a vivir fuera de mi patria. Aún estaba pensando en regresar a la universidad a terminar la Ingeniería Superior de Informática y ni tan siquiera había creado a Josemaricariño y los No Lusers que no vendrían a mi universo personal hasta el año 2007.
En diez años el tiempo te da espacio para equivocarte tantas veces que parece mentira que solo sean unos miles de días, pero también te da oportunidad a levantarte cientos de veces, a aprender lo que una vida requiere para sobrevivir o a dirigir tu ser hacia rincones más allá de los límites de tu realidad.
Cuando abrí este blog no lo hice para que perdurara. No lo hice para que fuera una piedra angular en mi existencia. No lo hice con ningún motivo en mente más que para que fuera un lugar donde guardar lo que iba aprendiendo. Mi bitácora personal, que así se definían en el año 2006. Le puse unas calaveras en el contador y empecé a escribir de lo que me gustaba, lo que aprendía, lo que descubría y, fundamentalmente, de lo que vivía. Vivir para escribir. Escribir para vivir.
Poco a poco el blog comenzó a traerme amigos, enemigos y la mezcla de ambos, los "enamigos". Y creció más allá de mí. Más de lo que nunca hubiera imaginado que ocurriría. Se convirtió en lo que soy y en dónde estoy. En lo que en esencia vivo, amo y repudio. En mi psicólogo, en lo que me conecta conmigo mismo, en lo que me conecta contigo y en mi forma de decirte algo al oído sin saber tan siquiera si lo escuchas o no.
Han pasado diez años y sigo pensando en qué voy a postear mañana. En qué voy a contarte. En cómo voy a engatusarte. En cómo voy a decirte una mentira que te haga ser un poco más feliz o en cómo sorprenderte con un regalo o un baño de agua fría para que espabiles. Es mi sitio para gritar sin usar la voz, es mi lugar para llorar sin que veas mis lágrimas y la partitura que toca la música que calma mi alma sin que suene la melodía. Es un lugar en el que las palabras siempre dicen más de lo que muestran y menos de lo que deberían ocultar. Un lugar en el que los mensajes llegan en diferido, pero llegan. Una sala de emergencia de hospital para curar las heridas que deja el rebotar por el mundo.
Este blog es un lugar en el que puedo cerrar los ojos, mover los dedos sobre el teclado del ordenador e imaginarte detrás de tu pantalla tomándote tu café de mañana mientras lees estas líneas, o sentada en la habitación del ordenador leyendo este post mientras acaricias a tus mascotas con cara de sueño o nostalgia, o en el Metro yendo al trabajo mientras repasas los RSS de tus blogs desde el smartphone. O entrando a la hora de la comida, de forma furtiva, para ver qué ha dicho Chema hoy. Me conecta contigo, me conecta con el mundo. Cuando escribo algo pienso que ya te lo he dicho. Que ya se lo he dicho a todos. Ya está. No hay secretos. Te imagino en la buhardilla de tu casa leyendo mientras contestas el correo electrónico o atiendes una llamada. Sé que estás ahí.
Hay momentos en los que cumplir la autoimpuesta condena de escribir todos los días no sé si ha sido un dolor o un placer, pero en ambas caras de la misma moneda se encuentra la satisfacción. He pensado en cerrarlo, he pensado en traspasarlo, he pensado en quemarlo, he pensado en seguir con él. He pensado. Y he vuelto a pensar. Y cuando pienso me acuerdo de algo que no te he contado aún. Un secreto que no te he dicho, una aventura que no te he narrado, una historia que no me he inventado aún o un sentimiento que no he vivido. Y he pensado en contártelo. He pensado que te tal vez te gustaría leerlo. Que tal vez, aunque sea en la distancia y en el silencio, te traería un buen recuerdo, te provocaría un pensamiento o te haría sentir un poco lo que yo siento. Que te haría enamorarte un poco de mí u odiarme un poco más.
Un blog solo trae palabras unidas con hilo fino o lana gorda para formar textos que cuentan cosas. A veces son cosas bonitas, otras son solo eso, cosas. Y en diez años me ha dado tiempo a coser muchas palabras y a contar muchas cosas. Demasiadas cosas. Demasiado pocas cosas. Depende de cómo lo enfoque. Depende de si estoy delante o detrás del espejo cuando lo miro. Es solo un blog. Solo uno más. Solo que éste es el mío y si he conseguido engatusarte en estos diez años alguna vez, y he logrado que te leas este texto de hoy hasta la última línea, ¿por qué no iba volver a enamorarte alguna vez a lo largo de los próximos diez años con zalamerías de bits y bytes?
Figura 2: Antes de que cuente 10
Gracias por estar ahí. Gracias por haber estado ahí. Y a ti, que has sufrido alguna vez esperas a mi lado para que acabase de contarle cosas a mi blog, te dedico esta canción que representa lo que siento hoy en día, con las canas venidas a mis sienes y los años cumplidos, uno tras otro, hasta formar una buena colección de experiencias. Al final, lo que nos llevará al final serán los pasos que demos, no el camino.
Saludos Malignos!
Nada mas y nada menos , gracias por por tu tiempo y por tu ingenio,gracias por hacer el camino, gracias por los aciertos y por las equivocaciones gracias como no,por tu desparpajo y tu humanidad.Feliz aniversario 10 años no son nada . Saludos
ResponderEliminarBonita entrada, enhorabuena por estos diez años. No estoy desde el principio porque era muy pequeño hace diez años, pero los años que llevo siguiéndote has sido un referente para mi, he aprendido mucho gracias a este blog (así como tus vídeos, libros, etcétera) y espero algún día poder conocerte en persona. Estoy notando la evolución de los blog, porque aunque te conocí hace pocos años, desde hace un tiempo estoy leyendo todo desde la primera entrada que hiciste, y ya voy por finales de marzo de 2007, que no es poco ;P. Espero que que este blog dure mínimo otros diez años más! Gracias por tu trabajo Chema.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarFeliz aniversario!!. Gracias por hacer más llevadera la primera hora de la mañana junto con el café!! ;)
ResponderEliminarFeliz aniversario!
ResponderEliminarFeliz aniversario!
ResponderEliminarFelicitaciones Chema por estos 10 años y gracias, muchas gracias por seguir siendo un blog interesante y entretenido. Gracias por tu constancia y por esa generosidad por compartir tus conocimientos y tu vida. Simplemente, gracias.
ResponderEliminarEnhorabuena Chema!, y cómo se suele decir: "que cumplas muchos más y que nosotros lo veamos". Gracias por tu Autenticidad y Generosidad.
ResponderEliminarEl maligno se nos ha vuelto ñoño con el tiempo. Felicidades!
ResponderEliminarGRACIAS!! por lo que has escrito, GRACIAS! por lo que vas a escribir y sobre todo GRACIAS por que leyendote he encontrado un referente, no solo en el ámbito tencológico sino también en lo humano.
ResponderEliminarMe has (nos has) mostrado que nunca es tarde para estudiar, para soñar, para ponerse detrás de una pantalla/libro y aprender a jugar con la tecnología ya sea de forma profesional o por diversión.
Fijate como es la cosa, que he llegado a imprimir articulos de este blog para estudiarlos como si de una lección de clase se tratase.
Feliz cumpleaños! :-) y feliz hacking!
GRACIAS!! ;D
ResponderEliminarFelicidades Chema!!! llevo poco tiempo conociéndote, por desgracia, pero me alegro de haberte encontrado, eres una persona admirable y todo lo que has hecho como bien dices a sido fruto de tu esfuerzo y perspicacia, Maligno gracias y que sigas adelante porque me encanta tu trabajo, como lo desempeñas y claro tu blog.
ResponderEliminarSaludos desde México.
Siempre me he dado cuenta que mas que gente amante se la seguridad informática o de la informática a secas, siempre terminamos visitando a un psicólogo más que una persona que nos enseñe o nos explique con peras y manzanas las amenazas de la red. Gracias por este tiempo que llevo siguiéndote (4 años) y supongo hasta que te canses seguiré en esto. Saludos
ResponderEliminarGracias a ti también Chema
ResponderEliminarChema puedes hackear el facebook de mi novia.....se llama... jaja Broma no mas Chema ... aparte de hacker , poeta. Feliz Aniversario y sige con el blog adelante. Es super bueno e interesante.
ResponderEliminarGracias...
ResponderEliminarpor tu tiempo.
por tu dedicación.
por tu conocimiento.
por tu pasión.
por hacer nuestro dia a dia un pelín mas seguro.
Enhorabuena, por otros diez años mas en los que el Maligno siga dando guerra
Felicidades mi estimado Chema, gracias por ayudarnos en este extenso camino de la Seguridad sigue adelante siempre!!! Saludos desde Ecuador
ResponderEliminarMuchas felicidades, y que sigas inspirando y abriendole los ojos a mucha gente.
ResponderEliminarMuchas felicidades, haces un gran trabajo con el Blog y esperamos que sea por mucho tiempo...
ResponderEliminarGracias Chema, por tan hermosa entrada.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!, felicidades.
Poco a poco, paso a paso y un resultado brillante. Feliz cumpleaños.
ResponderEliminarTengo una pregunta tengo 14 años y estoy empezando con ms2 que me recomiendas aprender porq me gustaría ser hacker
ResponderEliminar¡Felicidades! Y sobretodo, gracias.
ResponderEliminarFelicidades. De un unediano adicto a los bytes ;)
ResponderEliminarFelicidades.
ResponderEliminarEnhorabuena por estos diez años, Chema! Menuda cifra!
ResponderEliminarY gracias, muchas gracias, por el esfuerzo de y la constancia de escribir cada día.
Un abrazo,
Chen.
Felicidades por los primeros 10 años... Esperamos seguir leyendote muchos mas!
ResponderEliminarFelicidades por estos 10 años, es un placer entrar cada dia para ver que has publicado.
ResponderEliminarGracias por enseñarnos y compartir tu conocimiento durante estos 10 años! ...puedo confirmar que es el único blog que he seguido durante tanto tiempo, y que además, dejarlo no es opción.
ResponderEliminarespero poder tener salud para estar hay leyendote otros 10 mas porque ganas no me van a faltar.
ResponderEliminarFelicidades Dr.Maligno!
ResponderEliminarSaludos!