sábado, noviembre 26, 2016

"Internet es Genial: Usémoslo bien" en Lo que de verdad importa #LQDVI

Ayer viernes participé en uno de los eventos de Lo que de verdad importa, en su edición en Madrid. Se trataba de una participación muy pequeña, de solo cinco minutos durante la que debía dar una charla, así que para no salirme del tiempo trabajé durante horas - sí, me llevó como tres horas - cerrar el "discurso", pero no quería tener que improvisar otra vez como cuando me hicieron Embajador Honorífico de mi Universidad y tuve que inventarme El discurso de la servilleta.

Figura 1: "Internet es Genial. Usémoslo bien"

Primero lo escribí en un documento como si fuera un artículo, luego lo leí en voz alta como si lo fuera a pronunciar así para cronometrarme. Cuando estuve satisfecho con el tiempo en que lo hacía, lo pasé a un formato presentación con fondo blanco, texto en mayúsculas y letras grandes para poder hacer un PDF y enviarlo a mi smartphone. Así podría, en el caso de tener atril, leerlo con miradas esporádicas. Para que fuera más fácil destaqué en rojo algunas palabras para que me recordaran de qué iba esa frase fácilmente.

Figura 2: El discurso en 19 páginas para llevar de "chuleta"

Después se lo envié a un compañero de comunicación para que me validara el mensaje y cuando lo hizo, me fui para el evento con una hora de tiempo para verificar el escenario, las medidas técnicas y el orden en que iba a entrar. Cuando llegué descubrí que no tenía atril, así que me hice una lista esquema del orden de los temas en que tenía que contar las diapositivas y la memoricé. Y luego di la charla en el auditorio del Palacio Municipal de Congresos de Madrid Sobre el escenario se pierde la vista con el tamaño que tiene, lo que hace que también se pierda la noción de la realidad y hasta cualquier cosa.

Figura 3: Esquema para recordar el contenido de las 19 "chuletas"

No la di exactamente igual a como la escribí, y cambié un poco el orden al final de las cosas, pero conseguí contar lo que quería contar en el tiempo más o menos que tenía listo. Eso sí, al final tuve que trabajar mucho más para una charla de 5 minutos que para una de una hora, pero ya sabéis que si breve... Este es el texto que escribí para dar la conferencia, y cuando la tenga la subiré a mi canal Youtube.

Figura 4: Comienzo de la charla en Lo que de verdad importa

Internet es Genial: Usémoslo bien
"Nací en el siglo pasado, y aunque me han invitado varias veces a charlas para Millennials, por supuesto, no soy uno de ellos. Fui niño en una época en que la tecnología prometía cosas que entonces sólo eran ciencia ficción, como poder hablar por un teléfono que estuviera desconectado o teletransportarse. Sí, a día de hoy teletransportarse es ciencia ficción para todos, pero para mí, hablar por un teléfono móvil era igual de ciencia ficción entonces.

Un tiempo en el que para elegir la película que queríamos ver en el cine al día siguiente, hacíamos una comitiva con los chicos mayores del parque para andar los kilómetros que nos separaban del lugar de proyección y descubrir qué había en la cartelera. Tomábamos nota de las películas y horarios y volvíamos al parque para decidir la película.
Me enamoré de la informática siendo un niño de más o menos once o doce años, con una película de Disney llamada TRON en la que los personajes eran programas dentro de una Unidad Central de Procesos que adoraban a sus creadores: Los Programadores. Decidí que quería ser un programador y convencía a mis padres de que me ayudaran a aprender.

Tuve un ordenador personal de 8bits, un AMSTRAD, con el que aprendí a programar en BASIC y con el que jugaba en mis ratos libres. Descubrí que en aquellos tiempos la tecnología y la imaginación se mezclaban de forma mágica, pues el muñeco en un juego de fútbol era apenas unos cuantos píxeles de colores que, con los ojos entre-guiñados, te imaginabas que era Butragueño o Maradona.

Entré en mi adolescencia al mismo tiempo al que me conectaba a Internet, primero conectándome por teléfono y discutiendo con mis padres por el dinero de las llamadas y dejar a la familia incomunicada, y luego discutiendo por el tiempo que pasaba conectado mediante InfoVía.

Y descubrí un nuevo mundo. Un nuevo mundo donde para ver la cartelera ya no había que hacer un camino de dos kilómetros el día antes. Donde se podía acceder a tutoriales escritos por hackers que enseñaban cómo configurar de forma segura un servidor o cómo programar una herramienta.

Era un mundo en el que el conocimiento cruzaba los océanos y en el que charlar, jugar o intercambiar ideas estaba a golpe de conectarse a un IRC. Era un mundo genial y divertido en el que el cerebro no paraba de estar estimulado con nuevas cosas. Cosas que cambiaban diariamente. Era genial.

Recuerdo que, gracias a esos tutoriales, monté un servidor RRAS (Remote Access Server) para configurar mediante DHCP (Dynamic Host Configuration Protocol) una red con el ordenador de mi compañero y amigo Rodol que hacía que su equipo – que su cabezón - llamara al mío por teléfono. Una vez que la montábamos, jugábamos juntos al Quake durante horas. Era genial.

Además, era un mundo no para todos en aquellos entonces. Aún habrían de nacer Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, y llegar los populares Angry Birds, Candy Crash, Clash of Clans, League of Legends o Pokemon Go. Aún, Internet era solo para unos pocos porque la tecnología no se había popularizado lo suficiente como para estar al alcance de todos.

Pero tenía que lograrse. Internet era genial, y todo el mundo debería y debe disfrutar de lo que ofrece al ser humano. La hiperconectividad, los grandes servicios de contenido, las redes sociales, los juegos online, las plataformas educativas, las vídeo conferencias para hacer los deberes juntos a distancia, la compra online o la información en tiempo real de todo lo que está pasando en el mundo es algo que debe ser para todos. Es imposible no volver atrás la mirada en el tiempo y darse cuenta de que la tecnología es GENIAL.

Por desgracia también hemos traído algunas de las peores cosas del ser humano a la red, y con la llegada de avances como la  Inteligenica Artifical y los Sistemas Predictivos estamos acercándonos a una frontera que sabíamos que llegaría. La de crear sistemas que tomen decisiones en base a su aprendizaje, y deberemos enseñarles bien, o si no las decisiones que puede tomar pueden acabar siendo nocivas para el ser humano.

Tendremos que crear sistemas que conduzcan vehículos que se enfrentarán a decisiones morales cómo el modo de actuar ante una colisión inevitable o los sistemas de inteligencia artificial que gestionen los recursos humanos de una empresa. ¿Qué valores deberemos inducir en estas nuevas tecnologías?

También hemos traído a Internet cosas malas, no inherentes tanto a los avances de la tecnología, pero que vienen por desgracia asociadas al ser humano. Hemos traído conductas abusivas, crimen organizado, hemos traído la guerra cibernética, o el acoso. Conductas nocivas y cosas malas hechas por mala gente que han utilizado la tecnología para transformar la forma en la que se presentan y se ejecutan.

Es una parte pequeña de todo lo bueno que nos han dado los avances tecnológicos en general e Internet en particular, pero debemos reducir al máximo el impacto de estos en la vida de las personas y hacer que los nuevos avances, como el Big Data, los sistemas de Machine Learning o los sistemas Cognitivos nos ayuden a que las personas vivan mejor gracias a las tecnologías.

Las empresas que hacemos tecnología, debemos poner estos valores en cada uno de los servicios que creamos. Debemos dotarlos de toda la transparencia que nos requieran los usuarios, de unos niveles de seguridad que ayuden a que la experiencia del mismo sea confortable y que garantice que todo lo bueno del servicio recaiga en los usuarios y no se vuelva en contra suya.

Para todos los que hoy son niños, pre-adolescentes o adolescentes, la tecnología es natural. Han/Habéis nacido con ella y está en vuestro día a día. No os da miedo probar o experimentar con ella. Tenéis unos superpoderes innatos de gran valor. Pero yo os voy a pedir dos cosas:

La primera es que, uséis la tecnología para el bien de todos. Que no seáis tolerantes con las acciones nocivas en Internet. Que no consintáis el acoso en los grupos privados de WhatsApp o Redes Sociales en los que por desgracia se produce cyberbullying muchas veces, y que aprendáis a gestionar vuestra privacidad y seguridad en la red. No se lo pongáis fácil a los malos.

La segunda es que seáis hackers. Hackers en el sentido en que lo entendemos nosotros, en el sentido de llevar la tecnología más allá. Hackers en el sentido de crear nuevas cosas con la tecnología. Que no seáis meros consumidores y queráis ser creadores de tecnología. Aprended cómo es la tecnología, entendedla y hacerla vuestra. Transformad vuestro mundo como los que crearon Internet transformaron el suyo."

Os he querido dejar el texto, una captura de las diapositivas, el esquema de la charla y los enlaces al contenido para que tengáis toda la información. Preparar una charla lleva trabajo por detrás, y lo que parece natural es mucha veces solo consecuencia de haberla preparado. Ya os dejé tiempo atrás la historia de todo lo que hice para preparar mi primera BlackHat. Para que te hagas una idea, a mí también me daba pánico hablar en público antes.

Saludos Malignos!

5 comentarios:

Fco. Javier Merchán Macías dijo...

Genial!... yo en mi época llegue a jugar en Red con un amigo, usando el puerto COM, con un cable a medida. Y precisamente no fue jugar lo que más me gustó, sino la "magia" de comunicar dos máquinas. Simplemente genial. La tecnología es maravillosa al igual que el texto que acabas de publicar... Saludos y buen finde.

Salvador Gamero dijo...

Lo mejor que he leído en mucho tiempo

Ricardo RQ dijo...

¡¡Magnífico!!

Unknown dijo...

Gracias por compartir tu trabajo. Enriquecedor y muy humano. Genial!

Mike Peña dijo...

¿Ya la podemos encontrar en youtube?

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