Redención
Para hoy domingo os traigo un texto sencillo, con una pequeña reflexión sobre este hecho: La Redención. Define la Real Academia de la Lengua Española este término con varias acepciones, siendo la quinta la que sigue: “Poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad o molestia”. Este es un término muy común en nuestra lengua, y sin embargo no mucha gente llega a entender su significado.
Yo lo tengo muy presente siempre. Sé que al final de cada gran esfuerzo siempre llega la redención. Recuerdo con dolor los últimos exámenes de la Universidad y cómo deseaba que llegará la redención al final de los mismos. Pasé otra situación similar con el doctorado, donde la cuesta arriba de la lectura final fue larga y dura. Generó mucho sufrimiento en mi interior. No es un camino fácil y deseaba llegar a la redención final.
En el mundo profesional sucede lo mismo. Los deadlines en las entregas, los compromisos para sacar en tiempo y forma los productos, servicios o trabajos en general estresan a las personas y a los equipos. Pero cuando se cumple con el deadline, llega seguidamente la redención. Un proceso de liberación mental, emocional, e incluso física que se consigue cuando se obtiene el resultado esperado, o se termina con la incertidumbre que atenaza los actos futuros.
Cuando era más joven, en la época de Miguel Indurain, siempre me preguntaba por qué algunos ciclistas eran capaces de dar más de sí cuando ya no quedaba más energía en su pila. Me preguntaba por qué solían ser corredores que ya habían ganado alguna etapa, clásica o gran vuelta. Y lo que más me maravillaba, cuando un joven corredor conseguía ganar una etapa y veías que se consolidaba en las siguientes, entrando en el grupo de los dan un poco más de sí.
La respuesta que yo me daba siempre es que sabían lo bien que sentaba la redención cuando se conseguía el objetivo. El efecto positivo que genera conseguir los objetivos es brutal. La redención cuando se ha logrado resolver un problema, un misterio, acabar con un sufrimiento o conseguir un objetivo, tiene un efecto positivo en las personas y en los equipos.
Siempre que estoy sujeto a presión, pensando en si debo dejar de dar la siguiente zancada, pienso en la redención que se obtiene cuando se acaba. Porque al final, todos esos momentos difíciles se acaban. Siempre llega la redención después de la presión. Piensa en ello cuando estés en medio de un esfuerzo hercúleo por sacar algo adelante.
Saludos Malignos!
Figura 1: Redención |
Yo lo tengo muy presente siempre. Sé que al final de cada gran esfuerzo siempre llega la redención. Recuerdo con dolor los últimos exámenes de la Universidad y cómo deseaba que llegará la redención al final de los mismos. Pasé otra situación similar con el doctorado, donde la cuesta arriba de la lectura final fue larga y dura. Generó mucho sufrimiento en mi interior. No es un camino fácil y deseaba llegar a la redención final.
En el mundo profesional sucede lo mismo. Los deadlines en las entregas, los compromisos para sacar en tiempo y forma los productos, servicios o trabajos en general estresan a las personas y a los equipos. Pero cuando se cumple con el deadline, llega seguidamente la redención. Un proceso de liberación mental, emocional, e incluso física que se consigue cuando se obtiene el resultado esperado, o se termina con la incertidumbre que atenaza los actos futuros.
Cuando era más joven, en la época de Miguel Indurain, siempre me preguntaba por qué algunos ciclistas eran capaces de dar más de sí cuando ya no quedaba más energía en su pila. Me preguntaba por qué solían ser corredores que ya habían ganado alguna etapa, clásica o gran vuelta. Y lo que más me maravillaba, cuando un joven corredor conseguía ganar una etapa y veías que se consolidaba en las siguientes, entrando en el grupo de los dan un poco más de sí.
La respuesta que yo me daba siempre es que sabían lo bien que sentaba la redención cuando se conseguía el objetivo. El efecto positivo que genera conseguir los objetivos es brutal. La redención cuando se ha logrado resolver un problema, un misterio, acabar con un sufrimiento o conseguir un objetivo, tiene un efecto positivo en las personas y en los equipos.
Siempre que estoy sujeto a presión, pensando en si debo dejar de dar la siguiente zancada, pienso en la redención que se obtiene cuando se acaba. Porque al final, todos esos momentos difíciles se acaban. Siempre llega la redención después de la presión. Piensa en ello cuando estés en medio de un esfuerzo hercúleo por sacar algo adelante.
Saludos Malignos!
4 comentarios:
Buen dia Chema! Gracias por tus palabras en estos tiempos dificiles para mi.
Un abrazo desde Argentina.
No todo es redención al final del camino, disfrutar el camino te llevas más lejos...
Buen Post Chema!
FIRST STEP
Muchas gracias. Chema, eres admirable!
Publicar un comentario