Llevo muchas canas debajo del gorro que atestiguan las batallas vividas. Llevo muchos escenarios pisados en muchos países a lo largo de estas dos últimas décadas en las que llevo "cantando" sobre las tablas. Son muchos los temas, muchas las demos, muchas las charlas que recuerdo. Momentos en bajo los focos que me han dado vida, alegría, emociones, pasión y un camino que disfrutar en mi existencia. Pero ayer viví uno único y especial que nunca más se volverá a repetir.
En mitad de nuestro #reencuentro en Telefónica, decidí hacer algo arriesgado, diferente y que nunca antes me había planteado. Me armé de valor y fui a preguntarle a mi hacker si quería subirse conmigo y hablar con AURA para controlar los servicios de Movistar+ y enseñar cómo va a ser la versión que salga a principios de año en Telefónica de España.
Al principio pensé que me diría que No. Es natural, es muy pequeña aún. Además no sé si le gustará la tecnología tanto como para eso. Si se parece a mí, seguro que le da pánico subirse en el escenario tal y como me pasaba a mí. Estar delante de casi mil personas es algo que asusta a cualquiera. Seguro que no quiere hacerlo.
Pero me volvió a hackear.
- "Vale, papá. Yo hablo con AURA", me dijo.
Y me asusté.
El equipo de AURA se esmeró con todo el cariño en preparar la demostración que tendría que hacer para controlar Movistar+ en tiempo real, sobre el escenario, manejando AURA desde la app de la Movistar+ a través de una WiFi con Fibra que habíamos llevado hasta el escenario.
Figura 2: Mirando el terminal en el ensayo con mi compañero Antonio Guzmán y mi hacker |
La saqué del colegio un día de esta semana y la llevé a ensayar un poco. Estaba tranquila, con su chandal de colegio, hablando con AURA. El terminal no estaba fino, la WiFi se desconectó por la distancia, y la cosa fue medio regular en el escenario. Ni tan siquiera la puesta de escena era como yo quería. Es normal, para eso son los ensayos. Aún así, me asusté.
Figura 3: Mi hacker, tranquila, probando AURA por primera vez en el escenario |
Pero ella estaba tranquila.
El día del último ensayo, lo hice yo solo. Sin ella. Ella tenía examen. Tenía que ir al cole a su clase con sus amiguitas. A jugar a cosas de niñas de 9 años. Y ensayé yo solo, preocupado por ella. Ella estaba tranquila. Durmió bien. Fue al cole con normalidad. Al volver del cole me senté con ella y repasé (sin los terminales y la TV) el flujo de la demo que íbamos a hacer.
Se reía. Disfrutaba con el juego. Estaba tranquila.
Llegó el día del evento. Se vistió como la niña preciosa que es y me esperó entre el publico. Escondida por su tamaño entre tamaña multitud. Y entonces llamé para que subiera algún voluntario al escenario para hacer la demo conmigo.
Y subió sonriendo. Andado despacio. Alegre. Tranquila.
Figura 4: Con mi hacker on stage. Yo nervioso, ella tranquila. |
Mi corazón palpitó. Yo estaba nervioso. Yo estaba en pánico. Yo estaba preocupado. Pero ella estaba tranquila. Y al verla tranquila y feliz, me tranquilizó. Ella. Con su mirada detrás de sus gafitas rosas. Con sus ojos grandes y alegres. Con su porte reposado en el escenario.
E hizo la demo conmigo. Tranquila.
Fue un momento natural para ella. Hablar con AURA es lo que debe ser para ella la tecnología. No le extraña que una AI te entienda hablando con naturalidad. No le extraña que obedezca su "Aura, sé buena y ponme los subtítulos". Le parece que es cómo debe ser. La tecnología debe entender los interfaces de los humanos y no al revés. Es lo que para ella tiene que ser.
Figura 5: Mi hacker haciendo la demo en el escenario. |
Y terminó la demo. Se llevó el aplauso del público. El beso de su papá, y su muñeco Pepe, que había perdido y estaba buscando hace días. Yo lo tenía para sorprenderla. Tranquila. Se bajó del escenario, y esperó a que papá terminara.
Hoy estaba tranquila. Feliz. Ha ido al cole. A estudiar matemáticas. A ver si mejora las notas de inglés. A ver si aprende a poner las tildes bien cuando escribe. A jugar con sus amigas. A aprender cosas para que el día de mañana sea lo que quiera ser. Princesa. Hacker. Pintora. Astronauta. Futbolista. Lo que ella quiera ser.
A mí me regaló un día inolvidable. Un momento que vale una vida. Un rato que marca como padre. Me regalo algo imborrable en mi memoria. Gracias, "mi hacker".
Saludos Malignos!
Que bonito, eso es algo que tu hacker recordara por siempre! Un abrazo y que sigas disfrutando de ella ;-)
ResponderEliminarIniciar diciembre con un post de estos nos hace recordar las cosas realmente importantes en la vida, FELICIDAD. Gracias Chema.
ResponderEliminarque bello momento!! pequeños detalles que marcan para siempre...
ResponderEliminarNunca he escrito un simple comentario en un blog, pero este bien merece decir que la vida merece ser vivida para momentos como este. Un saludo y felicidades.
ResponderEliminarMomento único e inolvidable, Chema, se siente la emoción con la que describes el momento, saludos desde Perú.
ResponderEliminargroso chema, que genia es! gracias por incluirla, aunque parece que se incluye natural en este mundo actual, digital y liquido, felicidades! enhorabuena la hacker con su presentacion en sociedad!
ResponderEliminarJo Chema, ¡qué tramposo!así nos ganas a todos.
ResponderEliminarEstupendo Chema, gran historia, también tengo una hija y lo único que quiero, al igual que tu, es que se convierta en lo que ella quiera, y que sea la mejor. Felicidades por tu hacker!.
ResponderEliminarDe tal palo, tal astilla! Enhorabuena por todo Chema!!!
ResponderEliminarGrandioso feed, enhorabuena. Felicidades a ambos, aunque más a ella, tú ya lo tienes rodado Chema jejeje.
ResponderEliminar¡Qué bueno, Chema! Seguro que para ella también ha sido una experiencia inolvidable.
ResponderEliminarUn abrazo,
Chen.
Me ha gustado mucho el relato. Lleno de amor. Los que somos padres sabemos que tan grande es ese amor. Te admiro y felicidades por el trabajo mas importante del mundo. Ser Papi.
ResponderEliminarPor muchas creaciones, desarrollos, artículos, etc que podamos hacer a lo largo de nuestra vida, ninguno de ellos podrá darnos tanta felicidad como la que pueden aportarnos en un solo minuto nuestros hijos. Enhorabuena por entenderlo así, y disfruta todo lo que puedas con ellas.
ResponderEliminarHala, ya lo has hecho, se me han saltado las lágrimas.
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