Ayer me puse guapo. Bueno, tan guapo como se puede estar siendo lo que se es. Digamos que me afeité y me puse mi ropa habitual para hacerme unas fotos que puedan ser utilizadas por el equipo de prensa y comunicación. Y es que de la foto anterior que tengo en la web del Comité Ejecutivo del Grupo Telefónica tiene ya tres años - que ya ha habido que cambiar por una con cicatrices }:) -.
Tres años hace ya que me hice las dos fotos que he utilizado en muchas conferencias. La que está en la web para descarga con mi gorrito, y también la que no usamos en la web, en la que parece que voy a decir eso de: “What else?”. Con esta última me han caído muchos chistes en estos tres años de mis compañeros.
Y es que parece que fue ayer cuando entré por primera vez en la Sala del Comité Ejecutivo de Telefónica en el Edificio Central de Distrito C como el nuevo CDO (Chief Data Officer), para sentarme en una esquina y aprender mucho más de lo que podría haberme imaginado por mucho que lo hubiera intentado o me lo hubieran contado.
Más de 1.000 días. No me había parado a pensarlo hasta hoy. Un millar de días con un montón de cosas hechas y por hacer. Aventuras de todo tipo, con muchos cambios. Cambios que suceden de forma muy rápida. Muy, muy rápida. Y sales de una y te metes en otra aventura.
El ritmo de esta compañía hace que los minutos vuelen y que no te des cuenta de lo rápido que se va el tiempo. Como cuando te lo estás pasando bien que no notas para nada que las partículas del tiempo están escapándose por la espalda como furtivos que se deslizan por las sombras. Y cuando levantas la cabeza y miras el calendario dices… ¿Ya han pasado tres años?
Con la de cosas que he vivido en estos tres años me da para llenar un par de vidas. Y llenarla de cosas geniales. Y solo puedo estar agradecido por haber podido vivir estos tres años. Con mis compañeros. Con mi equipo. Con mis amigos. En este pedazo de compañía que te atrapa y te hace prisionero emocional. De la que no te puedes ir sin dejarte un trozo dentro.
He vivido cosas geniales, y conocido a gente espectacular con la que me he enriquecido con su impronta y conocimientos. Me llevo momentos geniales y curiosos con muchos de ellos que me dan para escribir dos o tres libros con la experiencia que ha sido conocerlos. Personas y personalidades de todo tipo que dan para un largo etcétera que voy coleccionando en mi Instagram. Yo las publico ahí, y mi madre las imprime para colgarlas en casa.
Me he pasado tres años haciendo cosas, viajando, enredando, compartiendo ideas, trabajos, visiones, haciendo, rectificando, aprendiendo, cambiando, dando vueltas a BigData, IA, Ciberseguridad, Privacidad, Cognitive Services, hacking, Machine Learning o cualquier cosas que se te pase por la cabeza que tenga que ver con tecnología. Casi no me he dejado ninguna por tocar.
Pero también, y lo que es más importante aún - me he pasado tres años con compañeros geniales dentro de la casa. Compañeros dentro de Telefónica que han hecho que merezca la pena este trabajo. Son los que hacen que tenga ganas de levantarme e ir al trabajo todos los días. Compañeros en Telefónica que me enseñan, me cuidan, me ayudan, me corrigen y me transmiten conocimiento y sabiduría. En áreas globales, en los países en los que esta compañía tan grande tiene presencia y en los rincones más inesperados de esta maravillosa empresa.
He sido afortunado de vivir la experiencia de montar Informática 64, fui afortunado de poder lanzar Talentum, de hacer posible 0xWord, de crear ElevenPaths, de convertirme en CDO y en estos tres años poner a funcionar LUCA, la 4º Plataforma, AURA, Movistar Home y todos los proyectos pequeños y grandes que hemos ido haciendo. Ha sido un pedazo de viaje hasta ahora.
Pero solo el principio, porque ser CDO de un grupo como Telefónica, mientras mis compañeros me sigan dando la confianza para serlo, es un honor al que no puedo decir que no. Así que espero poder estar aquí, año a año, celebrando trescientos sesenta y cinco días más, haciendo este trabajo que tanto me gusta, que como pone en el título: Deseo que 1.000 días sean solo el comienzo.
Saludos Malignos!
Figura 1: Más de 1.000 días como CDO son solo el comienzo |
Y es que parece que fue ayer cuando entré por primera vez en la Sala del Comité Ejecutivo de Telefónica en el Edificio Central de Distrito C como el nuevo CDO (Chief Data Officer), para sentarme en una esquina y aprender mucho más de lo que podría haberme imaginado por mucho que lo hubiera intentado o me lo hubieran contado.
Más de 1.000 días. No me había parado a pensarlo hasta hoy. Un millar de días con un montón de cosas hechas y por hacer. Aventuras de todo tipo, con muchos cambios. Cambios que suceden de forma muy rápida. Muy, muy rápida. Y sales de una y te metes en otra aventura.
El ritmo de esta compañía hace que los minutos vuelen y que no te des cuenta de lo rápido que se va el tiempo. Como cuando te lo estás pasando bien que no notas para nada que las partículas del tiempo están escapándose por la espalda como furtivos que se deslizan por las sombras. Y cuando levantas la cabeza y miras el calendario dices… ¿Ya han pasado tres años?
Con la de cosas que he vivido en estos tres años me da para llenar un par de vidas. Y llenarla de cosas geniales. Y solo puedo estar agradecido por haber podido vivir estos tres años. Con mis compañeros. Con mi equipo. Con mis amigos. En este pedazo de compañía que te atrapa y te hace prisionero emocional. De la que no te puedes ir sin dejarte un trozo dentro.
He vivido cosas geniales, y conocido a gente espectacular con la que me he enriquecido con su impronta y conocimientos. Me llevo momentos geniales y curiosos con muchos de ellos que me dan para escribir dos o tres libros con la experiencia que ha sido conocerlos. Personas y personalidades de todo tipo que dan para un largo etcétera que voy coleccionando en mi Instagram. Yo las publico ahí, y mi madre las imprime para colgarlas en casa.
Me he pasado tres años haciendo cosas, viajando, enredando, compartiendo ideas, trabajos, visiones, haciendo, rectificando, aprendiendo, cambiando, dando vueltas a BigData, IA, Ciberseguridad, Privacidad, Cognitive Services, hacking, Machine Learning o cualquier cosas que se te pase por la cabeza que tenga que ver con tecnología. Casi no me he dejado ninguna por tocar.
Pero también, y lo que es más importante aún - me he pasado tres años con compañeros geniales dentro de la casa. Compañeros dentro de Telefónica que han hecho que merezca la pena este trabajo. Son los que hacen que tenga ganas de levantarme e ir al trabajo todos los días. Compañeros en Telefónica que me enseñan, me cuidan, me ayudan, me corrigen y me transmiten conocimiento y sabiduría. En áreas globales, en los países en los que esta compañía tan grande tiene presencia y en los rincones más inesperados de esta maravillosa empresa.
He sido afortunado de vivir la experiencia de montar Informática 64, fui afortunado de poder lanzar Talentum, de hacer posible 0xWord, de crear ElevenPaths, de convertirme en CDO y en estos tres años poner a funcionar LUCA, la 4º Plataforma, AURA, Movistar Home y todos los proyectos pequeños y grandes que hemos ido haciendo. Ha sido un pedazo de viaje hasta ahora.
Pero solo el principio, porque ser CDO de un grupo como Telefónica, mientras mis compañeros me sigan dando la confianza para serlo, es un honor al que no puedo decir que no. Así que espero poder estar aquí, año a año, celebrando trescientos sesenta y cinco días más, haciendo este trabajo que tanto me gusta, que como pone en el título: Deseo que 1.000 días sean solo el comienzo.
Saludos Malignos!
¡En hora buena Chema, que sea hasta el infinito y más allá! :-P
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