El e-mail ha muerto. ¡Larga vida al e-mail! (Parte 4 de 4)
Figura 17: El e-mail ha muerto. ¡Larga vida al e-mail! (Parte 4 de 4) |
Como principales problemas con el correo electrónico, estos son algunos de los temas a los que nos tenemos que enfrentar, y aceptar, cuando lo utilizamos. Yo los he resumido en 10 puntos que recogen, más o menos, todo lo explicado en las tres partes anteriores.
1.- Identidad del remitente: Mientras no se utilice PGP o S/MIME, la identidad del remitente de una comunicación es siempre algo muy dudoso. Por eso existen los ataques de Phishing, aunque tengamos tecnologías de mitigación como Reverse MX Lookup, SPF, Sender ID y DMARC.
2.- Privacidad: Las comunicaciones no siempre van cifradas extremo a extremo. El sistema de correo electrónico enruta los mensajes entre servidores que están en medio del camino entre el servidor de correo saliente y el servidor de correo entrante, y mientras el usuario no cifre sus mensajes con PGP o S/MIME, los mensajes pueden pasar por tramos sin cifrar, aunque se use SMTP-S, POP3-S, HTTPs o Mutual-TLS en algunos tramos.
3.- SPAM: La posibilidad de que cualquiera pueda enviarte publicidad masivamente a tu dirección de correo electrónico es algo muy barato como para desdeñar su uso. Hemos puesto regulaciones como LSSI, LOPD o GDPR, pero muchas empresas no están sujetas a ellas o directamente las ignoran. Por supuesto, los Filtros Bayesianos, los sistemas de reporte de SPAM con interacción de usuario, las técnicas de Machine Learning y las DNSBL o RBLs (RealTime BlackHole Lists) mitigan el impacto, pero ni mucho menos acaban con él.
4.- Seguridad: Al igual que con la publicidad, las campañas de Fraude (ventas falsas, estafas "scams" etc..), de ransomware personal o empresarial, de exploits e instalación de R.A.T.s (Remote Administration Tools) para meter los equipos clientes en botnets, etc... hacen que el correo electrónico sea el canal preferido por todos.
5.- Confiabilidad: Debido a que tenemos que aplicar filtros anti-Spam, Anti-Phishing, y Anti-malware que no son perfectos ni mucho menos, tenemos una pérdida de correos legítimos de muchas personas, que pueden ser una oportunidad de negocio, una comunicación esperada o un mensaje necesario para una gestión, lo que hace que muchos acabemos llamando por teléfono a las personas a las que enviamos mensajes importantes para garantizar que el mensaje ha llegado.
6.- Productividad: Algunas personas dedican hasta cinco (5) horas al día de su tiempo a procesar el correo electrónico, lo que hace que su productividad no se esté viendo siempre mejorada por el uso de un sistema de comunicación como el e-mail. Esto se debe a que el coste de enviar un correo electrónico es prácticamente cero, muchas personas no hacen un uso responsables de las comunicaciones y tienen en cuenta el tiempo que debe invertir el (o los) receptor(es) en su lectura y contestación. A la gente le sale barato robar tiempo de la vida profesional o personal por medio de un mensaje de e-mail.
7.- Trabajo extra: Si el miedo a perder mensajes hace que configuremos umbrales a los filtros muy pequeños, o que nos repasemos la carpeta de mensajes de Correo No Deseado cada día, los usuarios comenzarán a hacer tareas extras de borrado y clasificación de mensajes buenos o malos, revisando entre correos de spam, malware, estafas, etcétera, aquellos que son realmente útiles para el receptor.
8.- Identidad Personal: Como os he dicho antes, el uso de la dirección de e-mail como identidad en los servicios de Internet, ha hecho que compartir tu dirección de correo electrónico se convierta en una forma de desvelar todos aquellos sitios en los que tienes
9.- Disponibiliad: Debido a todo lo anterior, las personas suelen optar por dos alternativas. O no compartir fácilmente su dirección de correo o compartir una dirección de e-mail que deja claro que no es la suya personal. En el primer caso, se produce un efecto de indisponibilidad, ya que el que realmente quiere contactar contigo por algo útil ve dificultada su tarea, generando una pérdida de mensajes que podían ser relevantes para las personas. Un efecto contrario al origen de la comunicación.
10.- Impresonalidad: En la segunda opción del punto anterior, las personas tienen a poner un buzón impersonal como forma de contacto, lo que rechaza la comunicación. No se sabe quién está detrás de ese buzón, así que genera un rechazo en las personas ya que nos imaginamos a un conjunto de personas procesando esos mensajes. Es decir, perdemos de nuevo comunicaciones.
Figura 18: David Guapo sobre el uso de WhatsApp
Una en particular es muy curiosa, Linkedin, que deja que cualquiera que quiera enviarte un mensaje pueda hacerlo. No es necesario que sea tu contacto, basta con que les pague a ellos por poder enviarte un mensaje. Es decir, ellos comercializan tu contacto y venden tu tiempo, pero eres tú el que tengo que contestar, y hoy en día se ha convertido en una canal muy usado para ventas.
Figura 20: Imagen del proyecto Google Wave |
Figura 21: Libro de Microsoft SharePoint 2010: Seguridad |
Resurección
Como hicimos en el pasado cuando pasamos del copiar ficheros de texto de una carpeta a otra para dar el salto a SMTP y POP3, tendremos que aceptar los nuevos cambios. La disrupción está llegando a esa dirección de e-mail y tendremos que pensar en cuáles serán las funciones de ese tunombre@tuhost.com que tanto hemos utilizado en los últimos años. Tal vez sea solo para compañeros y amigos y totalmente privado. Tal vez solo sea para la gestión de la identidad.
O tal vez sea un concentrador de comunicaciones privado que debemos proteger y que interactuará con los sistemas empresariales tipo Slack o Microsoft Teams, y las redes sociales personales sin nunca ser revelado. Un concentrador que no deba ser expuesto en la red nuca para evitar todos los problemas que he citado en los puntos anteriores.
Lo que sí que tengo claro es que hemos extenuado el modelo con tantos parches, y las nuevas tecnologías están robándole cuota de uso práctico, mientras que seguimos teniendo una carga en su gestión y un foco de riesgos de seguridad y privacidad personal y empresarial.
Eso sí, contar nuestra historia como seres humanos sin hablar del e-mail sería injusto. Sería inexplicable Internet sin uno de sus servicios mágicos, míticos y más poderosos que hemos tenido la suerte de utilizar. Así que, ¡Larga vida al e-mail! Aunque tengamos que acotar o re-definir sus usos.
Autor: Chema Alonso Contactar con Chema Alonso
********************************************************************************************************
- El e-mail ha muerto. ¡Larga vida al e-mail! (Parte 1 de 4)
- El e-mail ha muerto. ¡Larga vida al e-mail! (Parte 2 de 4)
- El e-mail ha muerto. ¡Larga vida al e-mail! (Parte 3 de 4)
- El e-mail ha muerto. ¡Larga vida al e-mail! (Parte 4 de 4)
********************************************************************************************************