viernes, marzo 27, 2020

A mis amigos. A mis queridos amigos. A tus queridos amigos.

Queridos amigos,

en estos días de confinamiento, los grupos de WhatsApp y Telegram, los hilos en Twitter, o los mensajes en cualquier otra red social, arden. Estamos viviendo una época para la que no nos preparamos. Una situación para la que no nos dieron ningún manual. Un momento en la historia de la humanidad que muchos – o la gran mayoría de nosotros – no hubiéramos pensado como posible.

Figura 1: A mis amigos. A mis queridos amigos. A tus queridos amigos.

Estamos tan acostumbrados a las películas de cine con catástrofes que al final hemos pensado que esto solo podía pasar en las películas. En los libros como el Dean R. Koontz que me leí de joven, o en las aventuras de cine fantástico, al final todo se resuelve con un héroe que da con la solución mágica que todo lo arregla. No sé si será esto así. No lo creo. Pienso que seremos entre todos.

Como buen aficionado a los cómics de superhéroes, recuerdo aún el momento en que Marvel tuvo que enfrentar a sus héroes, a Spiderman, a Daredevil, al Doctor Extraño o a El Castigador, con la catástrofe del atentado terrorista del 11-S en New York. Los superhéroes, de un mundo de ficción, se vieron superados por la realidad de un drama que rasgó el alma a muchas personas para siempre. No eran tan fuertes como los humanos, solo son superhéroes.

Figura 2: Los superhéroes no pudieron hacer nada en el 11-M.
No eran humanos, solo "superhéroes".

Hoy en día estamos igual. Superados por un virus del que los escritores de ciencia ficción han fantaseado en el pasado. Y hay que pelearlo sin héroes ni superhéroes más allá que el de todos juntos. Con los aciertos y errores de los seres humanos que somos. Imperfectos, y defectuosos en muchos rincones de nosotros mismos. Ponerse frente al espejo y no encontrarse las costuras de uno mismo es el primer signo de que no somos para nada infalibles.

Pero somos luchadores, y tenemos cosas preciosas. Tenemos empatía. Incluso eso que llaman los anglosajones “Spanish Shame”, que nos hace sentir vergüenza ajena, que nos es más que la prueba de que tenemos una empatía emocional por otras personas, por lo que sufren, por lo que les pasa, por lo que les puede hacer daño. Yo me emociono, y también lloro, cuando una situación denota sufrimiento o alegría descontrolada en otra persona.


Tenemos amistad que hace que nos queramos juntar, abrazar, quedar para comer, ayudar los unos a los otros. Animar en los balcones poniendo música, o simplemente aplaudir para mandar un mensaje desde todos los rincones de nuestro país a los oídos de profesionales que están cuidando de nosotros. De nuestros mayores. De nuestros enfermos. Somos personas. Somos seres humanos. Con nuestras grandezas y debilidades. Nos buscamos. Nos queremos. Nos enfrentamos porque nos vemos retados por las ideas de otros. Nos ayudamos. Nos apoyamos. Si no, no hubiéramos llegado hasta aquí.

Y en estos momentos, me gustaría pediros un favor a todos vosotros. No es momento para peleas. No es momento para post-verdades. No es momentos para ser el Capitán A Posteriori. No es momento para especulaciones y argumentos debatibles. No es momento para la frustración. No es momento para la ira. Para la rabia. No es momento para la queja gratuita e infinita.


Figura 4: El Capitán A posteriori

Es el momento en el que debemos demostrar eso que llevamos dentro. Es el momento de estar juntos. De querernos. De hacer que los grupos de WhatsApp sean lugares de amistad, apoyo, y alegría. No es momento de discusiones por los grupos de WhatsApp. No es momento de crispación.

Es momento de asegurarse de que todos los miembros de tu familia están atendidos. Que tienen su dosis de cuidados emocionales. De besos virtuales. De charlas por vídeo conferencia. De que las mamás vean a sus hijos y de que los nietos vean a sus abuelos. Es momento de que los grupos de WhatsApp o Telegram sean para compartir memes graciosos, para quedar y tomar una cerveza virtual. Para preguntarle a ese de “derechas"¿Cómo vas?". Y al de “izquierdas” preguntarle “¿Estás bien en casa?”.


Es momento para que, en ausencia de cordura entre algunos personajes públicos que crean crispación, los amigos se demuestren algo muy importante: Que se quieren sean como sean. Del Ateli, del Barsa o del Real Madrid. De VOX y de Podemos. De Sevilla y de Málaga. De Buenos Aires y de Sao Paolo. De la capital o del pueblo. De mi querido Madrid o de mi amada Barcelona. Es tiempo para leerle un cuento a la abuela por vídeo-conferencia. O para hacer los deberes juntos por House-Party.  O para que alguien se arranque a tocar una canción en la vídeo conferencia y diga eso de "Pongamos que hablo de Madrid". Para eso sí.


No dejéis que este tiempo que estamos encerrados se lleve lo más bonito que tenemos los humanos. El cariño que nos tenemos. El cariño por la familia. El cariño por los amigos. El cariño por los que sufren. El cariño por los que nos necesitan. Es tiempo de solidaridad entre todos. Para querernos como solo sabemos los seres humanos.

Ya nos pegaremos por el fútbol cuando vuelvan la Liga y la Champions. Ya nos pegaremos por la política cuando estemos sanos y pensando en el futuro. Ya discutiremos por lo que queráis cuando celebremos cumpleaños, aniversarios, santos, comidas de amigos, victorias o el nacimiento de un nuevo ser humano. Ya habrá tiempo.

Ahora, más que nunca, a vosotros, a mis amigos, os pido que sigáis siendo quienes sois y que nos os pueda la situación que nos rodea. Siempre os he querido como sois. No quiero que seáis de otra forma. No quiero que cambiéis por esta situación. Me tenéis aquí, como siempre. Para cometer los mismos errores que he cometido una y otra vez. Para meterme en líos una y otra vez. Para estar a vuestro lado. Saldremos de esta y saldremos de esta más unidos que nunca.
Saludos Malignos!

Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)


10 comentarios:

ageironmx dijo...

Grande!

Juanma dijo...

Qué razón tienes. Muchas gracias Chema. Fuerza para todos ¡Ya queda un día menos!

Unknown dijo...

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Carolina dijo...

Buenísimas e inspiradoras palabras! ✨

Gus dijo...

vamos!!!

Barro dijo...

Genial entrada de tu blog, recordándonos lo que es importante en estos momentos, no solo eres un grandísimo profesional , sino que dia a dia demuestras ser una gran persona. Gracias por tus palabras de animo. Todo la fuerza y animo del mundo ¡¡¡¡¡¡¡ No hack no fun ¡¡¡.

Antonio dijo...

Grande Chema, grande como siempre. Da gusto leerte.

JAM dijo...

Palabras inteligentes y efectivamente no es el momento de peleas y polarizaciones. Como en toda crisis hay que registrar todo lo que sucede, para una vez superada , analizar con detalle los hechos y tomar las acciones necesarias para que no vuelva a repetirse. Gracias

David Vinuales dijo...

Quien se lo podía llegar a imaginar, eh? Hay quien mantiene que cuando todo pase, volverá a ser como antes y no aprenderemos nada. Pero yo creo que ya hemos cambiado, lo estamos haciendo con cada semana que pasa, y yo no quiero esto de nuevo.
Por fin teletrabajamos, pero a mi me gusta ir a la oficina :D
El día a día esta resultando complicado entre ertes y constantes cambios, nos tenemos que adaptar rápido. Hace nada estabas dándonos una charla, y que lejos queda ya!
En fin, es lo que tu dices, paciencia, mantener el espíritu, el ánimo, el humor, el contacto, y el interés por las personas que están en peores condiciones, y quizás pasándolo en solitario.
Ánimo, y cuidaros. Un abrazo!

Anita Patata Frita dijo...

¡Mis dieces! No paro de repetirlo a todo el que conozco y nada, venga meter mier** en los grupos y cosas feunas, no merece la pena.

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