En el nuevo mundo todos tenemos que buscar un nuevo queso
En el año 2008, hace ya 12 años, tuve que vivir una experiencia muy dura con la crisis económica que llegó a España. Mi familia fue afectada duramente por ella y varios miembros de mi círculo más cercano se quedaron sin trabajo, sin profesión y con muchas deudas que pagar por delante. Por supuesto, nuestra pequeña empresa también se vio afectada en volumen de clientes, ingresos y previsiones de futuro. Hubo que adaptarse al nuevo mundo.
Fueron momentos muy duros que viví muy en primera persona, donde además era el momento en el que llegaba a mi vida la que sería Mi Hacker, a cambiarme los ejes de realidad. Un momento clave en mi vida que forzó una profunda transformación que se quedo para siempre dentro de mí. Fue una enseñanza dura, pero una enseñanza.
En aquella crisis tuvimos que adaptarnos todos. Cambiar las fuentes de la riqueza. Cambiar los medios de producción. Ajustar los gastos. Crear nuevos negocios. Apretar los dientes y pensar en el siguiente paso. No el paso de dentro de tres meses, sino el de mañana por la mañana. En qué hacer para mejorar la situación. En qué hacer para cambiar nosotros. Para ser distinto. Para adaptarnos a ese nuevo mundo que había aparecido delante nuestra y en el que nos habían puesto a jugar.
La verdad es que, si me conocieras de cerca bien, ya sabrías que no he dejado de correr nunca. No desde el 2008, sino desde mucho antes, cuando la situación en la crisis tras el año 1992 me dejo claro que si no quería dejarme arrastrar por una mala corriente que me llevara al fondo tenía que correr. Y venía desde muy atrás en la cola del pelotón. Mucho más allá. No había tiempo para vaguear y relajarse que camarón que se duerme…. Se lo lleva la corriente.
Yo soy lo que se llama un hijo de la transición. Nací en 1975 cuando este país que tanto amo llamado España se preparaba para firmar su constitución y las primeras elecciones democráticas en mucho tiempo. Algo que llevaría a que un chaval de Móstoles viviera con dignidad disfrutando de colegios – tuve que cambiar tres veces de colegio hasta que tuve plaza fija -, de centros de salud – aunque aún tardaría tiempo hasta que llegó el primer Hospital a Móstoles -, y universidad pública – aunque tardaría aún en llegar a mi Móstoles la Universidad Rey Juan Carlos – con su campus de ingeniería al lado de donde me crie.
En mi infancia fui viviendo los momentos de mi generación, con un Mundial de Fútbol en 1982, la llegada de la liberación de las cadenas de televisión y cada día más servicios para todos. Mejores autos que llevaron desde un SEAT 850 a un Simca 1200 para acabar en la Nissan Vanette con la que íbamos a pintar pisos y llenar los pisos de España de Gotelé.
Todo, poco a poco, parecía que iba a mejor, con la entrada en Europa, la llegada de las Olimpiadas a Barcelona, la Capitalidad de Europa para Madrid, y la Exposición Universal en Sevilla. Aquel 1992 fue un año muy especial en nuestra querida España donde en cada rincón nos estábamos preparando para algo. Si a esas citas les sumas el verano en nuestras queridas Canarias y Baleares, las Fallas de Valencia, las vacaciones en la Costa del Sol, la Semana Santa, y todas y cada una de las fiestas que tenemos en todos los pueblos de nuestra querida Hispania, te sale un año redondo de diversión y buenas expectativas. Y yo tenía 17 años y estaba dispuesto a disfrutarlo a tope con mis colegas del barrio.
Pero llegó 1993 y 1994 y comenzamos de nuevo una crisis de la que costó salir varios años. Y fueron esos años los que me pusieron las orejas de punta. Alerta. Con 18 años tomé consciencia de que había que espabilar y adaptarse al nuevo mudo y a mi mayoría de edad, así que me puse a correr en serio para labrarme un futuro y estar listo. Estudiar, trabajar, clases particulares, becario sin cobrar, bueno, ya os conté mucho de esto en el post ese en el que hablo de donde vengo: De Móstoles.
En 1999 ya comenzamos con Informática 64 y cuando llegó la crisis de 2008 estábamos más o menos bastante asentados. Por eso fue tan duro aquello. Porque nos iba muy bien a todos y de repente, el mundo giró. Cambió. Se había estirado mucho el chicle en un rincón del mundo – del que yo poco o nada conocía – y unas operaciones económicas se llevaron nuestra estabilidad y hubo que adaptarse.
Es por eso que me viene a la memoria no aquellos años de la crisis de mediados de los años 90, donde mi situación personal bajo de "Poco a Muy Poco", sino en el año 2008 cuando mi situación pasó de "Bien a Regular" en nada de tiempo. Y dejando en paro y sin fuentes de ingresos a muchos amigos, conocidos y familiares. Así que, teníamos dos opciones: Lamentarnos o Cuchillo entre los dientes.
Cuando eres de Móstoles y has jugado en el Barrio de la Loma a Burro, a la Lima, a Estatuas quietas y mudas, cuando te has golpeado todo el cuerpo con unos columpios de hierro, cuando has corrido para que no te abran la cabeza con una piedra unos matones que te quieren quitar el dinero, cuando te has enfrentado a los “pidepelas” que te querían "sajar" cuando ibas de camino al cine, a la Renfe o a ver los discos de Madrid Rock en la plaza del Pradillo, Lamentarte no es una opción. Sabes que hay que remangarse.
Así que había que adaptarse. Os contaría mil y una cosas de las que hicimos en aquellos años. Mil y una. Unas funcionaron. Otras no. Trabajamos más horas que un reloj. Intensificamos todo lo que funcionaba. Quitamos todo lo que sobraba. Empujamos cosas nuevas. Nuevos modelos de negocio. Nuevas formas de trabajar más económicas. Nuevos servicios que no existían. Tirar, tirar, tirar y para adelante. No había una opción. Como decía un amigo: "Hay que tirar mil anzuelos para pescar un pez". Pues a tirarlos.
De aquel entonces, el libro que hice que se leyera toda la gente de mi entorno fue el famoso “¿Quién se ha llevado mi queso?”, que aplicaba perfectamente. Es un libro que te enseña cómo comportarse cuando una fuente de riqueza "el queso" desaparece. Diferentes roles y actitudes, y cuáles son las que funcionan y las que no. Muy recomendable su lectura en estos momentos, como fue en aquellos.
Entonces, el mundo había cambiado. Ya el queso no estaba donde siempre había estado. Los trabajos tuvieron que transformarse. Muchos, muchos, muchos, y los que se quedaron llorando por su queso de antaño no lo pasaron bien. El queso cambió en 2008 de lugar. Hubo que explorar nuevos lugares, muchos de ellos gracias a la tecnología, que se demostraron provechosos.
Deseo con todas las fuerzas de mi corazón que no lleguen esos tiempos otra vez, pero si lo que parece que nos indica la realidad que vivimos es que van a llegar esos tiempos, entonces mi consejo, basado en haber pasado la crisis de 1993 y la de 2008, es que estás tardando en comenzar a buscar tu queso si no lo has hecho ya. Pensar en nuevas formas. Nuevas maneras. Nuevos caminos.
Por supuesto, si alguien piensa que yo, con casi 45 años y toda la vida trabajando, no sigo estudiando, buscando mi queso, trabajando con la misma intensidad de los 18 años, está muy equivocado. El mundo sigue cambiando. Y por supuesto que nos va a afectar a todos. Y cuanto antes comencemos a buscar todos y cada uno de nosotros nuestro queso, y más riqueza entre todos seamos capaces de generar, más rápido vamos a cambiar el mundo. Necesitamos que nos vaya bien a todos o casi todos para que podamos ayudar a los que más lo necesitan. Riqueza trae servicios y protección social. Así que necesitamos buscadores de queso más que nunca para que nos vaya bien a todos, que es lo que queremos y necesitamos como sociedad. Y hay que apoyar a que las empresas y emprendedores generen esa riqueza.
No es tiempo para ser vago, ni para lamentarse y llorar por el mundo que tuvimos hasta 2019 y echar de menos la forma en cómo conseguíamos nuestro queso antes. Por supuesto muchos estábamos acostumbrados a conseguir nuestro queso de una forma que conocíamos bien, pero ahora tenemos que adaptarnos a este cambio temporal o permanente – si el mundo cambia como parece que va a hacer -. Puedes lamentarte y quejarte, lo que llevará a que tardes más en adaptare, o dejar los lamentos para otro momento y ponerte a buscar tu queso en el nuevo mundo cuanto antes. Y ayudar a otros a que busquen su queso.
Saldremos. Claro que sí. Claro que saldremos de esta. Pero en estas situaciones no todos salimos igual. Los que más rápido se adaptan salen mejor. Y aunque salgamos todos, muchos sufrimos. Lo vi en la segunda mitad de los años 90, y lo vi en en la crisis de 2008. Así que, si te sirve de algo mi experiencia, que es para lo que sirve ir cumpliendo años y pasando fases mientras subes de nivel (“Hacker nivel 44” soy ahora), deja las quejas y el enfado para después, y ponte a pensar “¿Cómo consigo mi queso en este nuevo mundo?” y deja de pensar “¿Quién se ha llevado mi queso?”.
Y para los demás, me reitero en lo que os dije. No es momento de discutir y crisparse, es momento de cuidarnos y ayudarnos todos. De querernos, de empujarnos para subir. De que llames y ayudes a quién puedas a que se mueva. De que le apoyes. Hoy, hace apenas una hora, me he enterado de que el padre de un buen amigo mío ha fallecido. David, que es una de las personas más dulces y cariñosas que conozco y me ha llenado de tristeza, y me ha hecho a sentarme a escribir ese artículo. Y como él muchas personas y familias están detrás de los números por los que discutimos ahora.
Es momento de que trabajemos unidos para pasar estos malos momentos juntos, y pensemos en cómo vamos a transformar nuestra sociedad cuando salgamos. De la educación de nuestros niños ahora y en adelante. Lo que hagamos ahora va a decir mucho de lo que seremos en el futuro. De que miremos hacia adelante.
Paro y pobreza económica, enfermedad, perdida de seres queridos, nuestros mayores con miedo de salir a la calle, soledad, enfrentamiento entre amigos, de peques que no entienden porque se quedaron sin cole. Esta situación va a traer muchas cosas dolorosas, por lo que debemos llamar a nuestros mayores, jugar con nuestros peques, apoyar a nuestros amigos y seres queridos. Si no atacamos el problema desde todas las caras que tiene, no vamos a solucionarlo bien. Y para ello tú tienes que estar bien también, así que haz deporte en casa, lee, aprovecha el tiempo para prepare profesionalmente para este mundo, y si has pedido tu queso, empieza a buscar tu nuevo queso ya.
Saludos Malignos!
Figura 1: En el nuevo mundo todos tenemos que buscar un nuevo queso |
Fueron momentos muy duros que viví muy en primera persona, donde además era el momento en el que llegaba a mi vida la que sería Mi Hacker, a cambiarme los ejes de realidad. Un momento clave en mi vida que forzó una profunda transformación que se quedo para siempre dentro de mí. Fue una enseñanza dura, pero una enseñanza.
En aquella crisis tuvimos que adaptarnos todos. Cambiar las fuentes de la riqueza. Cambiar los medios de producción. Ajustar los gastos. Crear nuevos negocios. Apretar los dientes y pensar en el siguiente paso. No el paso de dentro de tres meses, sino el de mañana por la mañana. En qué hacer para mejorar la situación. En qué hacer para cambiar nosotros. Para ser distinto. Para adaptarnos a ese nuevo mundo que había aparecido delante nuestra y en el que nos habían puesto a jugar.
La verdad es que, si me conocieras de cerca bien, ya sabrías que no he dejado de correr nunca. No desde el 2008, sino desde mucho antes, cuando la situación en la crisis tras el año 1992 me dejo claro que si no quería dejarme arrastrar por una mala corriente que me llevara al fondo tenía que correr. Y venía desde muy atrás en la cola del pelotón. Mucho más allá. No había tiempo para vaguear y relajarse que camarón que se duerme…. Se lo lleva la corriente.
Yo soy lo que se llama un hijo de la transición. Nací en 1975 cuando este país que tanto amo llamado España se preparaba para firmar su constitución y las primeras elecciones democráticas en mucho tiempo. Algo que llevaría a que un chaval de Móstoles viviera con dignidad disfrutando de colegios – tuve que cambiar tres veces de colegio hasta que tuve plaza fija -, de centros de salud – aunque aún tardaría tiempo hasta que llegó el primer Hospital a Móstoles -, y universidad pública – aunque tardaría aún en llegar a mi Móstoles la Universidad Rey Juan Carlos – con su campus de ingeniería al lado de donde me crie.
En mi infancia fui viviendo los momentos de mi generación, con un Mundial de Fútbol en 1982, la llegada de la liberación de las cadenas de televisión y cada día más servicios para todos. Mejores autos que llevaron desde un SEAT 850 a un Simca 1200 para acabar en la Nissan Vanette con la que íbamos a pintar pisos y llenar los pisos de España de Gotelé.
Todo, poco a poco, parecía que iba a mejor, con la entrada en Europa, la llegada de las Olimpiadas a Barcelona, la Capitalidad de Europa para Madrid, y la Exposición Universal en Sevilla. Aquel 1992 fue un año muy especial en nuestra querida España donde en cada rincón nos estábamos preparando para algo. Si a esas citas les sumas el verano en nuestras queridas Canarias y Baleares, las Fallas de Valencia, las vacaciones en la Costa del Sol, la Semana Santa, y todas y cada una de las fiestas que tenemos en todos los pueblos de nuestra querida Hispania, te sale un año redondo de diversión y buenas expectativas. Y yo tenía 17 años y estaba dispuesto a disfrutarlo a tope con mis colegas del barrio.
Pero llegó 1993 y 1994 y comenzamos de nuevo una crisis de la que costó salir varios años. Y fueron esos años los que me pusieron las orejas de punta. Alerta. Con 18 años tomé consciencia de que había que espabilar y adaptarse al nuevo mudo y a mi mayoría de edad, así que me puse a correr en serio para labrarme un futuro y estar listo. Estudiar, trabajar, clases particulares, becario sin cobrar, bueno, ya os conté mucho de esto en el post ese en el que hablo de donde vengo: De Móstoles.
En 1999 ya comenzamos con Informática 64 y cuando llegó la crisis de 2008 estábamos más o menos bastante asentados. Por eso fue tan duro aquello. Porque nos iba muy bien a todos y de repente, el mundo giró. Cambió. Se había estirado mucho el chicle en un rincón del mundo – del que yo poco o nada conocía – y unas operaciones económicas se llevaron nuestra estabilidad y hubo que adaptarse.
Es por eso que me viene a la memoria no aquellos años de la crisis de mediados de los años 90, donde mi situación personal bajo de "Poco a Muy Poco", sino en el año 2008 cuando mi situación pasó de "Bien a Regular" en nada de tiempo. Y dejando en paro y sin fuentes de ingresos a muchos amigos, conocidos y familiares. Así que, teníamos dos opciones: Lamentarnos o Cuchillo entre los dientes.
Cuando eres de Móstoles y has jugado en el Barrio de la Loma a Burro, a la Lima, a Estatuas quietas y mudas, cuando te has golpeado todo el cuerpo con unos columpios de hierro, cuando has corrido para que no te abran la cabeza con una piedra unos matones que te quieren quitar el dinero, cuando te has enfrentado a los “pidepelas” que te querían "sajar" cuando ibas de camino al cine, a la Renfe o a ver los discos de Madrid Rock en la plaza del Pradillo, Lamentarte no es una opción. Sabes que hay que remangarse.
Así que había que adaptarse. Os contaría mil y una cosas de las que hicimos en aquellos años. Mil y una. Unas funcionaron. Otras no. Trabajamos más horas que un reloj. Intensificamos todo lo que funcionaba. Quitamos todo lo que sobraba. Empujamos cosas nuevas. Nuevos modelos de negocio. Nuevas formas de trabajar más económicas. Nuevos servicios que no existían. Tirar, tirar, tirar y para adelante. No había una opción. Como decía un amigo: "Hay que tirar mil anzuelos para pescar un pez". Pues a tirarlos.
De aquel entonces, el libro que hice que se leyera toda la gente de mi entorno fue el famoso “¿Quién se ha llevado mi queso?”, que aplicaba perfectamente. Es un libro que te enseña cómo comportarse cuando una fuente de riqueza "el queso" desaparece. Diferentes roles y actitudes, y cuáles son las que funcionan y las que no. Muy recomendable su lectura en estos momentos, como fue en aquellos.
Figura 2: ¿Quién se ha llevado mi queso? |
Entonces, el mundo había cambiado. Ya el queso no estaba donde siempre había estado. Los trabajos tuvieron que transformarse. Muchos, muchos, muchos, y los que se quedaron llorando por su queso de antaño no lo pasaron bien. El queso cambió en 2008 de lugar. Hubo que explorar nuevos lugares, muchos de ellos gracias a la tecnología, que se demostraron provechosos.
Deseo con todas las fuerzas de mi corazón que no lleguen esos tiempos otra vez, pero si lo que parece que nos indica la realidad que vivimos es que van a llegar esos tiempos, entonces mi consejo, basado en haber pasado la crisis de 1993 y la de 2008, es que estás tardando en comenzar a buscar tu queso si no lo has hecho ya. Pensar en nuevas formas. Nuevas maneras. Nuevos caminos.
Por supuesto, si alguien piensa que yo, con casi 45 años y toda la vida trabajando, no sigo estudiando, buscando mi queso, trabajando con la misma intensidad de los 18 años, está muy equivocado. El mundo sigue cambiando. Y por supuesto que nos va a afectar a todos. Y cuanto antes comencemos a buscar todos y cada uno de nosotros nuestro queso, y más riqueza entre todos seamos capaces de generar, más rápido vamos a cambiar el mundo. Necesitamos que nos vaya bien a todos o casi todos para que podamos ayudar a los que más lo necesitan. Riqueza trae servicios y protección social. Así que necesitamos buscadores de queso más que nunca para que nos vaya bien a todos, que es lo que queremos y necesitamos como sociedad. Y hay que apoyar a que las empresas y emprendedores generen esa riqueza.
Telefónica adelanta a abril el pago de facturas de mayo y junio de pymes proveedoras por valor de 20 millones: https://t.co/lq3KlSO7Ik— Emilio Rodriguez (@emirodmen) April 3, 2020
Saldremos. Claro que sí. Claro que saldremos de esta. Pero en estas situaciones no todos salimos igual. Los que más rápido se adaptan salen mejor. Y aunque salgamos todos, muchos sufrimos. Lo vi en la segunda mitad de los años 90, y lo vi en en la crisis de 2008. Así que, si te sirve de algo mi experiencia, que es para lo que sirve ir cumpliendo años y pasando fases mientras subes de nivel (“Hacker nivel 44” soy ahora), deja las quejas y el enfado para después, y ponte a pensar “¿Cómo consigo mi queso en este nuevo mundo?” y deja de pensar “¿Quién se ha llevado mi queso?”.
Y para los demás, me reitero en lo que os dije. No es momento de discutir y crisparse, es momento de cuidarnos y ayudarnos todos. De querernos, de empujarnos para subir. De que llames y ayudes a quién puedas a que se mueva. De que le apoyes. Hoy, hace apenas una hora, me he enterado de que el padre de un buen amigo mío ha fallecido. David, que es una de las personas más dulces y cariñosas que conozco y me ha llenado de tristeza, y me ha hecho a sentarme a escribir ese artículo. Y como él muchas personas y familias están detrás de los números por los que discutimos ahora.
Orgullosos de seguir aportando.✨— Telefónica (@Telefonica) April 3, 2020
1.000 niños y niñas de los entornos más desfavorecidos de la Cdad. de Madrid por el #COVID19 seguirán aprendiendo desde casa gracias a @ProFuturo_.https://t.co/m2YfTcIv7x #SeguimosConectados pic.twitter.com/fJNu3jB44T
Es momento de que trabajemos unidos para pasar estos malos momentos juntos, y pensemos en cómo vamos a transformar nuestra sociedad cuando salgamos. De la educación de nuestros niños ahora y en adelante. Lo que hagamos ahora va a decir mucho de lo que seremos en el futuro. De que miremos hacia adelante.
Paro y pobreza económica, enfermedad, perdida de seres queridos, nuestros mayores con miedo de salir a la calle, soledad, enfrentamiento entre amigos, de peques que no entienden porque se quedaron sin cole. Esta situación va a traer muchas cosas dolorosas, por lo que debemos llamar a nuestros mayores, jugar con nuestros peques, apoyar a nuestros amigos y seres queridos. Si no atacamos el problema desde todas las caras que tiene, no vamos a solucionarlo bien. Y para ello tú tienes que estar bien también, así que haz deporte en casa, lee, aprovecha el tiempo para prepare profesionalmente para este mundo, y si has pedido tu queso, empieza a buscar tu nuevo queso ya.
Saludos Malignos!
6 comentarios:
Que tiempos los de Mostoles con aquel spectrum 128... Hacer reír, hacer humor y trabajar nos sacará de esto.. Voy a llamar a la Suegra y aprovechar a la conciliación. Le preguntaré si está en casa!Cuídate mucho.. y... ponle a ese gorro chulo papel albal por dentro y me cuentas. ¿Hay una forma más sencilla de hacerse una jaula de Faraday? A mi me funciona, me relaja la cabeza recargada de electromagnetismo. :)
Proactividad y mucho ánimo son clave en estos momentos. Gracias Mr. Maligno, hoy te pongo, temporalmente, en el lado de los buenos.
Fenomenal tus comentarios chema!
No te conozco en persona solo conozco la info vital que brindas por tu parte o compartis de otros, algunos de tus libros, escenas de tu vida personal que compartis en las redes y la verdad me pareces un MUY BUEN CHAVAL!!!
Si bien algunas vivencias que contás no las puedo comparar por no haber vivido ene España, pero aqui en Argentina hemos vivido otras... y se entiende Todo lo que contas.
Hace rato que tengo ganas de volver a leer el libro de spencer, es un libro IDEAL para cualquier etapa de tu vida.
Vivimos en un mundo lleno de cambios algunos mas y otros menos importantes, pero el queso en este caso es necesario comenzar a moverse porque está cambiando como bien decis de forma y de lugar, y va a depender mucho de la forma en que nos adaptemos para poder dar con el.
Manteniendo las formas, no dejando de ser personas porque si abandonamos eso (La humildad, el carisma, la solidaridad, la perseverancia, el compromiso, la responsabilidad, el profesionalismo)
Si olvidamos estas virtudes estamos realmente PERDIDOS.
Pienso que el ejemplo es lo mejor que podemos dar en estos tiempos que vivimos, despues de todo no es nada menos que "el reflejo de lo que somos"
Gracias por tus aportes, colaboraciones que son el fruto de tu trabajo y de compartir con la gente.
Gracias por mostrarnos y escrachar a los IDIOTAS que por hacer el camino mas corto o no tener la marurez necesaria de vivir la vida que les tocó o eligieron, quieren hackear cuentas de la novia/mujer/o al jefe y aprender a ser MALAS personas en vez de usar ese potencial en aportar algo bueno para sí mismos o el resto.
Necesitamos como sociedad (todos los países del mundo) alguien que DE el ejemplo y diga... esto Esta MAL, y lo repudio.
Porque cada dia que pasa naturalizamos cosas malas, como en otros paises por ej. estornudar a los mayores en broma sabiendo que es el principal foco del coronavirus, o en el mio abalanzarse en una fila del mercado sabiendo que hay gente que asi se contsgia y ests muriendo en todo el mundo, y QUE SE EVITA JUSTAMENTE NO HACIENDO ESO, respetando sobre todo al que tenemos al lado y pensando como podria ayudar al que tengo del otro lado del globo terraqueo.
Necesiasmos un referente de cada profesión, para aprender a tratar a los mayores como es debido, a nuestras mujeres como mujeres, a los niños como niños! Yo vivi sin internet mi infancia leyendo libros de papel de elige tu propia aventura y con cochecitos y muñecos de plástico, tierra, pasto y arena de por medio... Y aqui estoy... un sabado de mi vida de los 15 que llevamos en cuarentena escribiendo en tu blog y feliz de la vida de la profesión que elegi (no asi de los trabajos que consigo) configurando algunos pendientes del router en la vpn, actualizaciones de firmware que por falta de tiempo no hago, terminando un auto en arduino agregandole y cambiandole partes volviendo a instalar un rasp con kali linux... para ver si puedo aprender a ser un BUEN HACKER (bueno en el sentido de la calidad) para poder detectar las cosas que están mal, sin joder a nadie y detectar a los boludos que hacen maldades... porque con quien quiera que hablo les digo lo mismo que aprendí del chema.
Los hackers somos buenos... no hay hackers malos y esos tienen otro nombre.
Si ponemos un granito de arena cada uno, las personas comunes los referentes del medio, los presidentes, los famosos, no solo vamos a conseguir el queso, sino que vamos a lograr ser una mejor sociedad. Claro que lloraremos nuestros muertos, sanaremos las heridas y seremos mas cautelosos para el futuro.
Va a ser un esfuerzo enorme, pero solo JUNTOS podremos salir adelante.
Se que he sido extenso, no se si me contestes pero ojala me puedas leer.
Chema, Te mando un abrazo de Gol desde argentina, mucha fuerza para afrontar lo que queda, y a seguir concientizando gente porque el resto le corresponde a la politica. saludos!!!
Muchas gracias Chema, por compartir tu experiencia. Yo tengo 21 años recien cumplidos y pues no recuerdo haber vivido un episodio como este.
Tengo que confezar que me gustán más tus post de superación personal, o donde compartes tus experiencias que los posts técnicos :D.
Saludos desde Colombia.
Me encantó este post. Gracias Chema por tus palabras.
Ne ha encantado tú post, lo compartiré.
Saldremos de esto y, con esfuerzo y comunión, mucho mejor.
Saludos, éxitos y fuerza para todos.
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