Hoy es el día que había marcado en el calendario para recargar. Como los últimos años. Tomar un respiro y recargar el cuerpo y la mente con energías renovadas. Descansar física y mentalmente de un año muy duro para todos. Un año donde hemos perdido amigos y familiares más o menos cercanos. En el que no hemos tenido el descanso merecido en Semana Santa o el Puente de Mayo. Y donde encima hemos visto como se cernía sobre nosotros una complicada situación económica a nivel de personas, familias y sociedades.
Un año muy duro. Un año donde he visto a mis compañeros de trabajo dejarse la piel en un entorno muy difícil emocionalmente. Pues no solo ha sido un largo periodo sin vacaciones, sino que ha sido también un largo periodo de soledad profesional tras cerrarse la vídeo conferencia. Donde ha faltado el refuerzo emocional de una sonrisa, un comentario banal, o un café tras una reunión. O una persona a la que ir después de llevar dos horas concentrado delante del ordenador y decir... "¿Nos vamos a comer?".
A mí particularmente me ha hecho entrar en un bucle de hiperactividad a muchos niveles. No he parado de darle vueltas a este Big Data que tengo por cabeza, rebuscando nuevas conexiones de puntos. Conectar una cosa con otra, para hacer algo nuevo. Para empujar algo a medias. Para encontrar un nuevo camino entre la niebla. Para enredar con unos nuevos bits que sumados dan tres. Y los días se han hecho largos, muy largos, y las noches cortas, muy cortas.
Durante este tiempo me ha faltado mucho. Me ha faltado verte en un evento subido en el escenario. Me ha faltado una canción cantada en directo en mi orejota. Me han faltado más cenas y cañas con los amigos. Me ha faltado una vuelta por las mesas de mis compañeros de trabajo para ver qué estaban haciendo. En qué podía enredarles un poco más. Me han faltado abrazos y besos. Me ha sobrado codo. Me han sobrado reuniones continuadas sin un minuto entre una y otra. Me ha sobrado tener que ir al baño robándole tiempo a la agenda.
Ha sido un periodo intenso. Distinto. Al que me he adaptado lo más rápido posible. Desde el minuto uno. Con muchos planes. Y donde no he dejado de empujar proyectos y, al contrario, me he metido en un buen número de cosas nuevas a todos los niveles. Enredando. Lanzando los juguetes al aire para ver cómo caen y poder jugar con ellos.
Y ahora estoy en ebullición. La cabeza la tengo llena de ideas. De planes. De cosas que quiero hacer. Que quiero empujar. Pero aún así, me estoy obligando a escribir este artículo hoy para forzarme a no hacerla. Me tengo que obligar a reducir la intensidad y recargar pilas. Pero la verdad es que me tengo que obligar, porque tengo una lista de cosas en frente de mí que me encantaría poner a hacer ahora mismo. Me están llamando. Pero la sensatez que dan los años me dice que hay que recargar. Que hay que parar... aunque sea un poquito.
Por tanto, auto-castigado, voy a reducir mi obligación auto-impuesta de escribir todos los días. Pero os garantizo que no quiero hacerlo. Tengo como diez artículos escritos y listos para salir, tengo en mente preparar dos charlas nuevas para Ekoparty y 8.8 Legends donde quiero estar. Con un truco gracioso que se me ocurrió viendo un vídeo de TikTok, y con un recorrido de 20 años en el mundo del hacking. Serán las charlas con las que quiero participar en esos eventos.
Intentaré disfrutar más del deporte. De la música que me llega por Internet. De Mi Hacker & Mi Survivor. Del sol. Del agua. De letras escritas en cómics y libros que ya he seleccionado para leer. De ver las series esas de superhéroes que tengo pendientes ver. De Watchmen, Doom Patrol o la tercera temporada de Legion. De continuar mi saga de consumir todas las películas, libros, series de dibujos y cómics de Star Wars en orden cronológico - y estoy en la fase de las Guerras Clon, así que esto se antoja largo -. De dormir las horas que le he robado al reloj.
De disfrutar del silencio en soledad un poquito, como a mí me gusta. Acariciando y abrazando por momentos las bolitas azul-amarillas esas que te dejan el regusto del agridulce, del amargo melancólico que tienen las cosas alegres que ya pasaron y las cosas tristes que se tornaron en anhelos de cambio.
Intentaré escribir cuentos. Un poco más de mis memorias. De esas que no sé si algún día dejaré que nadie lea más allá de los retazos a contraluz que dejo ver por aquí. De las aventuras del Dragón Matías que cada vez vuela más lejos por culpa de la edad. Intentaré ver más ojos de alegría. Celebrar. Celebrar. Celebrar. Ser agradecido. Y recargar las pilas.
Pero... soy un guerrero. Un "road warrior" que lleva mucho tiempo encerrado. Y sé que, aún así, sacaré mis armas. Las afilaré. Las limpiaré. Las tendré siempre listas. Por que cuando me entra el nervio previo a la batalla necesito poder ponerme en pie de un salto y estar en primera línea de batalla. Así que estaré cerca de mi ordenador.
Y no me prometo a mí, ni a vosotros, que no le dé alguna vez a "publicar" y saque algo de lo que tengo hecho de lo que esté haciendo. No garantizo que vaya a desconectar del todo. No puedo decir que no voy a tener un ojo puesto en mi espacio natural. Lo siento. Mi vida es lo que hago todos los días. Y mi vida es la que yo elegí. Mi trabajo, mis proyectos, mis locuras, no son una carga y una condena. Son una elección que hice desde muy pequeño. Una forma de vida que elegí cuando la magia abandonó definitivamente la Tierra Media.
Así que, si veis que publico algo, no me regañéis. Decidle a Chema Alonso que no he podido evitarlo. Que no he podido dejar de pensar en Living Apps, en Cálico Electrónico, en la FOCA, en los posts de El lado del Mal, en una nueva característica de MyPublicInbox como la integración de Postalk o en los casos de uso de Movistar Home. Pensar en la nueva startup que construir para Wayra, o en cómo vamos a abrir el repo de código para que Xiao tenga su prioridad de tráfico para gamers en SmartWiFi para la llegada del Cloud Gaming.
En cuándo anunciaremos los dos nuevos libros que ya están hechos de 0xWord, o el último cómic de Evil:ONE, en nuevas ideas para ElevenPaths, LUCA o la 4P, o en la nueva batería de conocimiento para Aura. En cómo van los prototipos de los nuevos e-commerce que estamos trabajando, en cómo va la integración con las pasarelas de pago... en la convergencia de TV, en la empresa esa que estamos mirando para comprar, en mis dibujos de No Tan Malignos... o tal vez serán nuevos proyectos de Ideas Locas.
Mi cabeza tiene vida propia. De siempre. Mi Big Data trabaja en Background sin control, así que, si publico algo ... la explicación es que no he podido contener esa cabeza mía loca que no deja de pensar en cosas. Pero si no lo hago, tampoco os preocupéis, es que ese día ha ganado el planificador al torrente. El entrenador que ha dicho no corras ahora, toma aire, ya habrá tiempo para correr en unos días. Ahora mira al sol. Mira el cielo. Recuerda esa sensación de calor en tu piel. Ponte moreno. Y descansa...
Ya veremos quién gana la batalla de cada día.
Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)