The Boys: ¿Se convertirá el hijo de Homelander (El Patriota) en un sociópata como su padre?
Si te gustan los superhéroes, seguro que has visto o tienes previsto ver The Boys. Si no has visto la segunda temporada de la serie pero quieres verla, para inmediatamente de leer este artículo porque habla de hechos que acontecen al final de la segunda temporada. Así que quedas avisado de que este artículo puede hacerte un spoiler de la trama.
Figura 1: The Boys: ¿Se convertirá el hijo de Homelander
(El Patriota) en un sociópata como su padre?
El título del artículo es la pregunta que deja en el aire el final de la segunda temporada de The Boys, esa serie de superhéroes que no son precisamente héroes, y que yo, como psicóloga acostumbrada a tratar con muchos Madres y Padres en Apuros, utilizo de excusa en este teto para reflexionar sobre la eterna discusión entre el peso de la herencia genética de los padres y el ambiente en el que un niño se cría y es educado.
Como bien sabemos ya hoy en día, el comportamiento humano no viene determinado exclusivamente por la biología - por ende la genética - y, al parecer tampoco, por el famoso Compuesto V que en la serie de The Boys crea a los superhéroes. Nacemos con cerebros inacabados y, como seres sociales que somos, nuestros cerebros se siguen formando después del nacimiento por la interacción con otros humanos, por la sociedad, y el entorno que nos rodea.
Figura 2: Madres y Padres en Apuros
Como bien sabemos ya hoy en día, el comportamiento humano no viene determinado exclusivamente por la biología - por ende la genética - y, al parecer tampoco, por el famoso Compuesto V que en la serie de The Boys crea a los superhéroes. Nacemos con cerebros inacabados y, como seres sociales que somos, nuestros cerebros se siguen formando después del nacimiento por la interacción con otros humanos, por la sociedad, y el entorno que nos rodea.
Figura 3: El cómic original de The Boys
El Dr. Vogelbaum, durante uno de los míticos capítulos de The Boys, se lamenta por haber criado a El Patriota (Homelander) en un laboratorio y no en un entorno familiar normal, y se refiere a él - a El Patriota - como su “Mayor Fracaso”. Pero, ¿cuál fue el error del científico de Vought - la malvada compañía detrás del Compuesto V, que controla a Los Siete, y que es responsable de la creación en laboratorio de todos los superhéroes- ? ¿Qué es lo que hace que sea un personaje tan extremo y que captura tanto interés, incluso a Chema Alonso?
Pues los profesionales de la psicología pensaos que una decisión como esa hace que se desatienda el desarrollo del córtex orbitofrontal de la persona, una parte del cerebro clave para la regulación emocional y social. El cerebro social se desarrolla después del nacimiento, y no comienza el proceso de maduración hasta la edad de uno o dos años. Como expone la científica Sue Gerhardt:
“No se trata de esperar pacientemente que dentro de su bebé se vaya desarrollando el córtex orbitofrontal por sí solo. No se trata de algo automático sino que, las características del cerebro que cada bebé desarrolla dependen, según los investigadores, de sus experiencias personales en el intercambio con el prójimo.”
Dicho en otras palabras, mucho Compuesto V, mucho súper poder, y mucha inversión y lo que le faltó a El Patriota es que le dieran cariño. Que le cogieran en brazos y disfrutaran de él, que jugaran con él para que no se convirtiese en un sociópata como al final ha sucedido. Cuando sentimos miedo, ira o deseo sexual, el córtex orbitofrontal es el que decide, si una conducta es socialmente aceptable, y si se diera el caso, es el encargado de suprimir estos impulsos, cosa que a nuestro súper héroe no se le da nada bien. Según la citada Sue Gerhardt:
“Esta habilidad para contener y diferir los impulsos y deseos inmediatos es esencial para poseer fuerza de voluntad y de autocontrol, y también para gozar de capacidad empática.”
Es esta capacidad tan humana, la de ponerse en el lugar del otro, la de sufrir con el sufrimiento ajeno, la de sentir empatía con otro ser humano que es feliz, que está triste, que sufre, que llora, que, en definitiva siente, es la que le falta a El Patriota y por tanto le limita a la hora de entender lo que está sucediendo en cada momento y valorar sus actos desde un punto de vista de los demás.
El final de la segunda temporada, cuando el El Patriota decide liberar la tensión acumulada por medio de la liberación sexual en solitario desde lo alto del rascacielos y dice eso de: "Puedo hacer lo que quiera" es un claro ejemplo de esa capacidad de ver limitados sus actos por las consecuencias hacia los demás. Simplemente no tiene esa capacidad.
Figura 6: El Patriota se masturba y dice: "Puedo hacer lo que quiera"
Dicho esto, remarquemos que estamos hablando de una serie de ficción extrema, con unas situaciones límite como solo The Boys saber hacerlo, pero en la vida real, la falta de cuidados afectivos tiene unos efectos mucho más devastadores para la persona - aunque no sean capaces de matar con la mirada como hace El Patriota -.
Figura 7: El Patriota probando la leche materna. (Que le falta)
Los vínculos afectivos en la primera infancia son tanto o más importantes que la alimentación, llegando algunos individuos a morir por falta de afecto. Walter Benjamin lo expresa de manera desgarradora en una frase que en este 2020 entendemos mucho mejor y que me gustaría que os llevarais después de esta lectura:
“En los hospitales la gente se muere de hambre de piel”.
Según la polémica Judith Rich Harris “Los niños nacen con ciertas características. Sus genes les predisponen a desarrollar cierto tipo de personalidad. Pero el entorno puede cambiarles. No la crianza (el entorno que les pueden proporcionar sus padres) sino el entorno de fuera del hogar, el que comparten con sus compañeros.”
Figura 8: El Mito de la Educación de Judith Rich Harris
Y continúa más adelante en su libro “El mito de la educación” “Los humanos jóvenes sienten una profunda inclinación hacia los otros de su clase, y “su clase” se define, en primer lugar, por la edad.” La autora no subestima la importancia de la relación madre-hijo y entiende que esas primeras relaciones son esenciales, no solo para el normal desarrollo social, sino para el desarrollo del cerebro, como abalan numerosas investigaciones.
El hijo de El Patriota parte de una buena base, de un apego seguro con su madre y mi hipótesis, cubriéndome las espaldas con ese gran margen que da la ciencia ficción, es que lo que marcará la diferencia entre Ryan - su hijo - y su padre será la socialización con sus iguales, las relaciones con otros niños y niñas y en su momento, especialmente con el tipo de adolescentes con los que vincule. Pero esto es una serie de ficción, así que veremos que nos depara The Boys Temporada 3.
El hijo de El Patriota parte de una buena base, de un apego seguro con su madre y mi hipótesis, cubriéndome las espaldas con ese gran margen que da la ciencia ficción, es que lo que marcará la diferencia entre Ryan - su hijo - y su padre será la socialización con sus iguales, las relaciones con otros niños y niñas y en su momento, especialmente con el tipo de adolescentes con los que vincule. Pero esto es una serie de ficción, así que veremos que nos depara The Boys Temporada 3.
Saludos,
Autora: Monica Manrique - Consigue 100 Tempos gratis
PD: Si os ha gustado este artículo, otro día hablamos de The Butcher, que también tiene mucho que comentar desde el punto de vista psicológico. O de Cálico Electrónico que sus tiras también darían para hablar largo y tendido.
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