El ICL Merlin TONTO y otros aparatos maravillosos de los locos años 80 y 90 de la informática
Hubo una época, sobre todo entre los 80 y los 90, donde ir a comprar un ordenador no era tarea fácil. Para empezar, no había tiendas de Informática como tales (era algo normal encontrarlos en tiendas de muebles) y normalmente te intentaban colar el que no podían vender (esa marca que no tenía juegos o tenían uno en el escaparate que era el único que podías conseguir) diciéndole a tus padres que era perfecto para estudiar y escribir a máquina (esto creó toda una generación de ordenadores olvidados en estanterías como el Dragon 32 el cual por cierto era un gran ordenador ).
Figura 1: El ICL Merlin TONTO y otros aparatos maravillosos de los locos años 80 y 90 de la informática
Por otro lado, tenías literalmente cientos de modelos y plataformas para elegir, aunque en nuestra memoria se han quedado las de siempre: Amstrad, Spectrum, MSX o Commodore. En definitiva, aquellos donde había una gran oferta de juegos, porque no nos engañemos, era lo buscábamos, al menos al principio.
Pero existían muchos, muchos más. Era la época del nacimiento de la Informática de consumo y todos querían subirse al carro de esta nueva moda de los ordenadores personales. En Europa y en concreto en España, sólo llegaron principalmente las marcas que antes hemos mencionado, pero existía un ecosistema de ordenadores realmente maravilloso, con arquitecturas, formas, colores y nombres realmente extravagantes. Como el ICL Merlin TONTO que luego veremos.
La revista “Mi Computer”
Antes de continuar queremos rendir un pequeño homenaje. Por aquella época no existía Internet tal y como la conocemos hoy. Por lo tanto, la información sólo nos llegaba por medio de revistas, libros (la mayoría fotocopia de fotocopia) o algún que otro programa de televisión emitido por La 2 a las tres de la mañana donde hablaban de informática.
Figura 2: Ordenadores Amstrand CPC 464 (arriba), Oric-1 (centro izquierda), ZX Spectrum 48KB (centro derecha), Commodore 64 (abajo izquierda) y ZX81 (abajo derechar). Fuente, colección privada CyberHades.
Pero existían muchos, muchos más. Era la época del nacimiento de la Informática de consumo y todos querían subirse al carro de esta nueva moda de los ordenadores personales. En Europa y en concreto en España, sólo llegaron principalmente las marcas que antes hemos mencionado, pero existía un ecosistema de ordenadores realmente maravilloso, con arquitecturas, formas, colores y nombres realmente extravagantes. Como el ICL Merlin TONTO que luego veremos.
La revista “Mi Computer”
Antes de continuar queremos rendir un pequeño homenaje. Por aquella época no existía Internet tal y como la conocemos hoy. Por lo tanto, la información sólo nos llegaba por medio de revistas, libros (la mayoría fotocopia de fotocopia) o algún que otro programa de televisión emitido por La 2 a las tres de la mañana donde hablaban de informática.
Figura 3: Detalle de la revista donde aparece la arquitectura de un ZX Spectrum. Fuente: colección privada CyberHades.
Pero había una revista llamada “Mi Computer” que nos ofrecía la opción de estar al día dentro de este variado mundo de nuevos aparatos informáticos. La colección consistía en 10 volúmenes con sus correspondientes fascículos semanales donde aparecía con todo detalle el interior del ordenador, sus diferentes componentes, software disponible, etc. Una maravilla de las que ya no se publican. Gracias a esta revista conocimos ordenadores como el Oric Atmos o el Jupyter Ace los cuales nunca estuvieron al a venta en España.
El gran problema
Estos equipos tenían la mayoría como base de su arquitectura un Z80 o un Motorola (normalmente el 6502 o el 68000), con una gran disparidad de diferentes cantidades de memoria RAM o puertos de expansión de todo tipo. Todo un vergel de tecnología que la mayoría de las veces, no servían para mucho. Vamos a ponernos en contexto. Imaginaos que estabais esperando vuestro Sinclair ZX Spectrum de 48KB en las navidades de 1984, del cual ya has conseguido 200 cintas de casete con cientos de juegos preparados para fundirlos en una tarde de locura y desenfreno digital.
Pero, sorpresa, Los Reyes Magos te traen un flamante Tatung Einstein TC-01, con su disquetera de 3” y todo. Nada más verlo hubieras pensado “ostras los juegazos que habrá para este ordenador…”. Lamentablemente, la ilusión desaparecía al no ser compatible con ninguna plataforma (a pesar de ser prácticamente un MSX en su arquitectura base) y no encontrar ningún software que comprar (o pirateado) para poder ejecutarlo (a no ser que fueras de viaje Inglaterra y aún así, no había mucha oferta).
Al cabo de un mes, mientras tus amigos jugaban con sus flamantes Spectrums y Amigas, tú lo único que deseabas es volver a tener en frente a los Reyes Magos para explicarle un par de cosas. Pero ¿y si te dijéramos que te habían regalado el ordenador más utilizado para CREAR videojuegos? (posiblemente te daría igual porque lo que querías eras jugar).
El Einstein TC-01 era un gran ordenador, tan bueno que se utilizó como base para crear multitud de juegos para plataformas que tuvieran el chip Z80A. Ojo que estamos hablando de un ordenador con un Z80A a 4MHZ, 64KB de RAM (esto era una locura para la época), disquetera de 3” (otros teníamos que usar un casete para cargar los programas y esperar largos ratos frente al televisor), teclado profesional y además ofrecía un gran control de todos sus componentes electrónicos. Una maravilla … si hubieras tenido acceso a toda su documentación técnica y software. Si por aquella época hubiera habido algún “Internet” o un “Amazon” para poder compartir o adquirir software o libros para esta plataforma, estamos seguros de que hubiera sido todo un éxito.
Este era principalmente el gran problema de estos grandes ordenadores, la falta de acceso al software y documentación técnica. Hoy día en cuestión de segundos puedes encontrar miles de webs con información sobre cómo programar en cualquier lenguaje o la documentación técnica (hardware) al detalle de cualquier dispositivo. Pero esta información en aquella época, era oro puro. Por lo tanto, sólo sobrevivieron aquellos que tenían más software y documentación accesible, como los Spectrum, Amstrad o MSX (esto sin mencionar la gran ayuda indirecta de la piratería de los programas).
Figura 4: Imagen de un Tatun Einstein TC-01 con monitor incluido. Picture By Marcin Wichary, CC BY 2.0.
El Einstein TC-01 era un gran ordenador, tan bueno que se utilizó como base para crear multitud de juegos para plataformas que tuvieran el chip Z80A. Ojo que estamos hablando de un ordenador con un Z80A a 4MHZ, 64KB de RAM (esto era una locura para la época), disquetera de 3” (otros teníamos que usar un casete para cargar los programas y esperar largos ratos frente al televisor), teclado profesional y además ofrecía un gran control de todos sus componentes electrónicos. Una maravilla … si hubieras tenido acceso a toda su documentación técnica y software. Si por aquella época hubiera habido algún “Internet” o un “Amazon” para poder compartir o adquirir software o libros para esta plataforma, estamos seguros de que hubiera sido todo un éxito.
Este era principalmente el gran problema de estos grandes ordenadores, la falta de acceso al software y documentación técnica. Hoy día en cuestión de segundos puedes encontrar miles de webs con información sobre cómo programar en cualquier lenguaje o la documentación técnica (hardware) al detalle de cualquier dispositivo. Pero esta información en aquella época, era oro puro. Por lo tanto, sólo sobrevivieron aquellos que tenían más software y documentación accesible, como los Spectrum, Amstrad o MSX (esto sin mencionar la gran ayuda indirecta de la piratería de los programas).
Figura 5: Libro “Spectrum Machine Learning for the absolute beginner”, by William Tang en su nueva edición. Foto: CyberHades
Es tal el trauma que tenemos los que vivimos aquella generación que incluso hoy día (algunos enfermos como nosotros) compramos libros que ya nos hubiera gustado haber tenido en su época. Como muestra, esta es nuestra última adquisición comprada hace sólo un par de meses:
Y si encima le pones un mal nombre …
Si a este problema además el nombre no es atractivo al público (existen muchos casos en el mundo del marketing de todo tipo de productos) pues entonces está destinado a fracasar. Un ejemplo curioso y que pocos conocen es el caso del ICL Merlin TONTO. Sí, ese era el nombre. A pesar de ser un producto creado en Inglaterra, seguro que alguno sabría algo de español (mínimo alguno/a habría veraneado en Benidorm) y por lo menos podría haber supuesto que este nombre sería un handicap para su venta en países de habla hispana (estamos hablando de la primera o segunda lengua más hablada en el mundo).
Y si encima le pones un mal nombre …
Si a este problema además el nombre no es atractivo al público (existen muchos casos en el mundo del marketing de todo tipo de productos) pues entonces está destinado a fracasar. Un ejemplo curioso y que pocos conocen es el caso del ICL Merlin TONTO. Sí, ese era el nombre. A pesar de ser un producto creado en Inglaterra, seguro que alguno sabría algo de español (mínimo alguno/a habría veraneado en Benidorm) y por lo menos podría haber supuesto que este nombre sería un handicap para su venta en países de habla hispana (estamos hablando de la primera o segunda lengua más hablada en el mundo).
Pero lo más curioso de todo es que este ordenador fue un producto fabricado en colaboración con Sinclair, sí, esa empresa que creó el ZX Spectrum que era todo un éxito en un país donde saben perfectamente lo que significa TONTO. De hecho, la arquitectura era muy similar al famoso Sinclair QL. Pero vamos a ver sus características:
Figura 6: Ordenador Merlin TONTO. Fuente
- Microprocesador Motorola 68008 a 7,5MHz
- 128KB de RAM
- Almacenamiento en dos unidades de Microdrive
- Opción de funcionar como un terminal VT100
- Teclado profesional y teléfono integrado
El objetivo del ordenador era más bien empresarial, de hecho, le llamaron OPD o One Per Desktop, indicando que tenía todo lo necesario para trabajar en tu puesto de trabajo. Esto limitaba su comercialización a nivel doméstico ya que su precio oscilaba entre las 1.200 y las 1.600 Libras de la época. Menos mal que al menos tenías a tu disposición todo el software del Sinclair QL ¿verdad?. Pues no, era totalmente incompatible con el QL, así que todo el software que ya existía para empresas no servía para este ordenador. Algo que no tiene ningún sentido, pero bueno amigos, eran los locos ochenta ….
A pesar de todo, los echamos de menos …
Esa gran variedad de hardware ponía a nuestra disposición ordenadores con unas arquitecturas fantásticas, con formas y diseños realmente maravillosos que permitían, si tenías la información necesaria y las ganas de hacerlo, dominar el sistema hasta el máximo nivel. Por eso surgieron maravillas de la programación realizadas por chavales como el maravilloso Manic Miner creado por Matthew Smith en su habitación.
Esta fue una época maravillosa que no volverá. Ahora las plataformas principales son Linux, Windows y Mac. Además, la complejidad de estas arquitecturas, así como Internet, hace imposible dominar el hardware o el software (programación) como pasaba antes hasta conseguir un dominio total de la máquina.
A pesar de todo, los echamos de menos …
Esa gran variedad de hardware ponía a nuestra disposición ordenadores con unas arquitecturas fantásticas, con formas y diseños realmente maravillosos que permitían, si tenías la información necesaria y las ganas de hacerlo, dominar el sistema hasta el máximo nivel. Por eso surgieron maravillas de la programación realizadas por chavales como el maravilloso Manic Miner creado por Matthew Smith en su habitación.
Esta fue una época maravillosa que no volverá. Ahora las plataformas principales son Linux, Windows y Mac. Además, la complejidad de estas arquitecturas, así como Internet, hace imposible dominar el hardware o el software (programación) como pasaba antes hasta conseguir un dominio total de la máquina.
Ahora la única opción es especializarte o centrarte en algún campo de la Informática que te interese de verdad y tener una base sólida en los fundamentos básicos como sistemas operativos. Pero al menos, estos ordenadores ayudaron a toda una generación a soñar con fabricar máquinas mejores y sobre todo transmitirnos la pasión por los ordenadores (la cual, por cierto, continúa hoy día con las grandes comunidades de programación y de coleccionismo retro).
Figura 7: Libro de "Microhistorias: anécdotas y curiosiades de la historia de la informática (y los hackers)" de Fran Ramírez y Rafel Troncoso 0xWord. |
Y recuerda, si quieres historias como esta y muchas más de hackers y curiosidades de la informática, no te pierdas nuestro libro "Microhistorias: Anecdotas y curiosidades de la historia de la informática (y los hackers)" que puedes conseguir en 0xWord.
Happy Hacking Hackers!!!
Happy Hacking Hackers!!!
Autor:
Fran Ramírez, (@cyberhadesblog) es investigador de seguridad y miembro del equipo de Ideas Locas en CDO en Telefónica, co-autor del libro "Microhistorias: Anécdotas y Curiosidades de la historia de la informática (y los hackers)", del libro "Docker: SecDevOps", también de "Machine Learning aplicado a la Ciberseguridad” además del blog CyberHades. Puedes contactar con Fran Ramirez en MyPublicInbox.
Fran Ramírez, (@cyberhadesblog) es investigador de seguridad y miembro del equipo de Ideas Locas en CDO en Telefónica, co-autor del libro "Microhistorias: Anécdotas y Curiosidades de la historia de la informática (y los hackers)", del libro "Docker: SecDevOps", también de "Machine Learning aplicado a la Ciberseguridad” además del blog CyberHades. Puedes contactar con Fran Ramirez en MyPublicInbox.
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