Muchas veces miro mi agenda y digo: "¡Puff!, ¡La de cosas que tengo esta semana!". Casi cualquiera son un claro ejemplo de esto, si he de ser sincero. Me meto muchas cosas en mi quehacer diario y semanal, y lo hago después de haber rechazado y evitado otras muchas cosas, así que os prometo que lo que entra en ella es por pura prioridad. No soy fácil dejando que se ocupe tiempo en el calendario que rige mi vida.
Lo cierto es que muchas de las cosas que meto, que van de lunes a domingo, son temas nuevos, de innovación, que me obligan a leer, a ver conferencias, a estudiar, a asistir a reuniones donde hablamos de tecnología de nuevos negocios, de actualidad tecnológica. Y leo artículos en mi RSS, papers académicos que vienen citados en ellos, y vídeos de charlas, porque al final necesito estar al día. Lo necesito física e intelectualmente. Y el partido de ayer de tenis, fue un claro ejemplo de por qué hago lo que hago.
El tenis es un deporte al que no sé jugar. Me parece un deporte muy complicado de practicar. Al final es tan simple como pasar bolas. Pero no basta con pasar bolas, hay que pasar bolas devolviéndolas desde donde el rival te las ha tirado. Y hay que hacer esto bajo una exigencia física muy alta. Este proceso de pasar bolas devolviendo las del rival con alta exigencia física, exige además tener mucha técnica esculpida en los reflejos automáticos para que puedas hacerlo sin cometer errores no forzados y, a ser posible, hacerlo con golpes ganadores.
Y con la magia de que cada rival es diferente, juega diferente en cada partido, y cada bola es distinta porque puedes iniciar tú el proceso de pasar bolas, o comenzar devolviendo bolas, y lo puedes hacer sacando a la primera o con un segundo saque, lo que hace que cada punto sea distinto. Muy distinto al anterior, ya que al que no le ha ido bien la estrategia en el punto anterior, va a intentar cambiarla en el siguiente. Me flipa.
Pero lo que más me alucina desde siempre, es que lo que marca la diferencia es la fortaleza mental para no querer irse del partido. Al final, el tenis es un deporte en el que mientras que el que va ganando no meta el último punto, el rival siempre puede ganar. Es un deporte donde puedes ir perdiendo 6-0, 6-0, 5-0 y 40-0 y estar al resto. Todo parece perdido, pero... si empiezas a ganar, puedes acabar 6-0,6-0,5-6,0-6,0-6. y ganar el partido. Claro, y esa es la maravilla mental. Ese es el punto donde la cabeza tiene que ayudarte a no salirte del partido y obligarte a seguir devolviendo bolas.
Cuando una persona decide darle al vuelta a la predicción de los datos, la IA y la tecnología. @RafaelNadal haciendo bueno el 4% que el #BigData y la #IA le daba en el WinPredictor. #vamosrafa @Telefonica pic.twitter.com/5cfpS0l3CT
— Chema Alonso (@chemaalonso) January 30, 2022
En el mundo del tenis, cuando un jugador ve que el rival va muy por encima, se ve claramente cómo éste se sale del partido. Cómo empieza a perder puntos, baja los brazos, o su cabeza le dice que es imposible, y empieza a perder puntos, juegos, sets y finalmente el partido. Ayer en la final, Rafa Nadal hizo 10 juegos seguidos, porque su rival, pareció que se fue del partido.
En el mundo de la tecnología, y es la analogía que quería traeros sucede lo mismo. El rival es el avance constante de la tecnología. Siempre te va ganando. Siempre va más deprisa de lo que tú puedes aprender. Y muchas de las cosas que tuviste que aprender tienen menos valor cada día. Yo aprendí a hacer animaciones con Macromedia Director y a hacer programas en SmalTalk, Camel u Occan, que hoy en día no me impactan mucho en mí día a día - aunque os garantizo que sigo viendo mucho valor a ese conocimiento, que me ayudó a armar mi mente y entender mejor el futuro.
La tecnología va jugando el partido, va metiendo puntos, Cliente-Servidor, arquitecturas tres capas, Server-Side Desing Patterns, Cloud Computing, IPv6, BigData, Machine Learning, IA, GANs, Tokenomics, Fan Tokens, Grafeno, Quantum, GPT-3, Network Slicing, nanotecnología, etcétera, etecétera, etcétera. Son puntos que van subiendo al marcador del conocimiento que hay que tener para estar al día. Y tú, tienes que ir devolviendo las bolas. Tienes que aprender qué es, cómo funciona, cómo sacarle partido, cómo aplicarlo, cómo hacer que se vuelva parte de tus capacidades. Debes tener energía para correr detrás de ella, dedicar tiempo al entrenamiento, y aprender la técnica para que sea posible usarlo.
Figura 4: Las 8 de Rafa en Mejor Conectados
¿Y por qué esta obsesión? Pues porque si no, te sales del partido. Y entonces el marcador será una paliza aplastante. Al final, devolver bolas, evitar los errores no forzados, y meter los golpes ganadores que se puedan, ayuda a ganar un partido, pero para ello hay que practicar y aprender la técnica y la física para hacerlo bien, y eso exige mucho tiempo y disciplina de trabajo. En el momento en que empieces a dejar pasar bolas y no corras detrás de ellas, o cometas muchos errores no forzados, te habrás ido del partido.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)
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