Paso a paso he ido haciendo el camino de otro año en este blog. En el lado del mal. Y este año, que he estado muy centrado en el trabajo y en el avance de la tecnología, he dedicado muchas horas a hacer cosas, con lo que he conseguido recuperar un ritmo de producción que había perdido hace muchos años atrás. De hecho, desde el año 2015 donde comencé a reducir los posts que iba publicando en el blog. El ritmo de la vida, las decisiones que tenía que tomar entonces, las cosas que me sucedieron en aquellos tiempos, hicieron que empezara a pasar menos tiempo con la pantalla blanca de este blog, y más conmigo mismo haciendo otras cosas.
Y fui reduciendo mi presencia en el blog hasta el año 2019, donde tuve la menor producción de todos los años de vida de este blog, y sólo le di a publicar 319 días, dejando pasar la ventana un mes y medio de veces. Pero... a finales de ese mismo año, decidí volver a publicar más. A meterme en nuevos temas. Había cambiado mi rol, y después de 20 años empujando la misma empresa (Informática64 se creó en Septiembre de 1999 y dejé de ser el Chairman de ElevenPaths en Noviembre de 2019), tenía nuevos retos por delante.
Así que comencé a subir el número de post publicados, no solo porque quisiera publicar más, sino porque comencé a hacer muchas más cosas nuevas, diferentes, y para mí hacer más cosas significa tener más cosas que contaros. Así que, desde 2020 a 2023 he ido subiendo año a año el número de artículos publicados. Primero 340, luego 360, el año pasado 361, y este año 368. Es decir, he publicado todos los días y tres de ellos, han salido dos artículos por algún motivo. Así que he cumplido.
Hace unos días me ponía las notas a mí mismo, y en esfuerzo me daba Matricula de Honor, porque he peleado todos los balones hasta los casi imposibles. He corrido todas las jugadas, y no me he perdido ningún partido del calendario. Y la consecuencia son estos 368 artículos publicados.
Como desde hace años, no todos son míos, ni mucho menos, pero sí que todos los reviso, los corrijo, los maqueto, y los uso para aprender. Muchos otros son de proyectos en los que estoy metido, o de formaciones con las que colaboro, o conferencias que he dado, o programas de televisión en los que he participado, o entrevistas que he hecho, o libros que hemos publicado, o podcasts con los que he colaborado, o herramientas que hemos lanzado, o artículos académicos que me he leído, o que hemos publicado nosotros, o noticias de actualidad que me han llamado la atención, o patentes que se han registrado, opiniones personales sobre temas, o simplemente diatribas conmigo mismo que hago en voz alta por si alguien me escucha.
Es un blog. Es mi blog. No es nada más que eso. Un simple lugar en el que se refleja lo que hago día a día, lo que peleo día a día, lo que descubro día a día, lo que sufro y lo que me divierto día a día. Un lugar en el que sé que muchos de vosotros estáis al otro lado. Y vengo a veros. Podría recitar el nombre de más de un centenar de personas que sé que estáis leyendo mi blog todos los días. Y por eso necesito contaros todo lo anterior igual que se lo cuento a mis amigos en una cena, o a mis compañeros en una reunión. Es mi sitio para estar conectado conmigo mismo, con mi actividad diaria, y con vosotros.
Y este año he estado muy conectado. Tanto, que me cuesta desconectar. Que me cuesta bajar el nivel de desconexión para recuperarme mentalmente y coger energía. Lo sé. Pero es que yo soy así. Ese que veis día a día en el blog soy una parte muy grande de mí. Mi carta de presentación. Mi carta de recomendación. Mi currículo. Y este año he cumplido conmigo mismo. Todos los días. He venido a hacer mi prueba de vida. He fichado en mi trabajo conmigo mismo con cada publicación. He hecho los deberes que me auto-impongo de aprender cosas, y los he entregado a tiempo. Esto es lo que he hecho este año.
En menos de un mes, este blog cumplirá 18 años de vida desde el primer día que comencé a publicar. En unos días, El lado del mal comenzará el año 19 de publicación de artículos. En unos días serán casi dos décadas en las que el que suscribe ha estado detrás de este rincón. Casi dos décadas exponiéndome todos los días. Casi dos décadas que he vivido blogueando con intensidad. Y haciendo algo de lo que soy experto, que es ser persistente. Constante. Día a día, sin pensar en cuándo acabaré de hacerlo.
Pero os contaré eso cuando llegue. En un post. Bloguearé sobre eso. Sobre lo que ha sido bloguear para mí estos años. Sobre lo que yo veo y leo de mi blog. Pero hoy, antes de despedir el 2023 con los mejores deseos para vosotros en el 2024, el blog va sobre este año. He hecho los deberes, demonio cabrón; he sido buen estudiante, mamá; he cumplido contigo, Chema Alonso; he superado aquel 2015, tú; y ahora toca un 2024 que tienes que disfrutar, JoséMari.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)
Eres del famoso club 35.
ResponderEliminarGracias por compartir . Feliz Año Nuevo 😇
ResponderEliminarQue rico té sabe el trabajo bien hecho y cumplido. Babeas letras. ¡Feliz y tranquilo 2024!
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