Seguramente habrás soñado alguna vez con ser astronauta, y probablemente habrás imaginado a
un hombre con el traje espacial realizando un “paseo espacial”. En parte, no te falta razón. En la
famosa misión “Apolo 11” viajaban tres astronautas: Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces, como ocurre con cada misión espacial.
Estas
misiones pueden desencadenar revoluciones tecnológicas y científicas. Por ejemplo, en la misión
“Apolo 11” se utilizó el Apollo Guidance Computer, la última tecnología de la época, con un peso
de 31 kg.
Hoy en día, la NASA sigue innovando. Conozco a una ingeniera que está desarrollando sistemas de comunicaciones resilientes en entornos hostiles, como la Antártida. Y sí, hablo en femenino porque en las misiones espaciales también hay mujeres extraordinarias, capaces de desafiarse a sí mismas para llevar la tecnología un paso más allá. En 1969, durante la misión Apolo 11, también hubo mujeres clave, conocidas como las “Figuras Ocultas”. Muchas de esas pioneras tienen "microhistorias" como la de Don Eyles y su hacking al Apollo XIV para salvarlo.
Una de estas pioneras fue JoAnn Hardin Morgan, la primera ingeniera de la NASA. No lo tuvo fácil en sus
inicios cuando se unió a un equipo formado solo por hombres: algunos de sus compañeros la
veían como una intrusa, aunque muchos de ellos también la apoyaron de manera incondicional. Y gracias a su trabajo se convirtió para la historia como una de las grandes "mujeres hacker" que probablemente no conocías.
Morgan trabajó en los programas Mercury, Gemini y Apolo, y tuvo acceso al panel de control en la sala de lanzamiento del Apolo 11. Cuando Karl Sendler, jefe de comunicaciones, solicitó personalmente su presencia en la sala de lanzamiento del Apolo 11, Morgan quedó “prácticamente extasiada”.
Katherine Johnson es, probablemente, la más conocida de las mujeres citadas en este artículo, gracias a la película Figuras ocultas. El largometraje cuenta la historia de esta matemática y de un nutrido grupo de mujeres calculistas afroamericanas que, desde la División Segregada de Cálculo del Ala Oeste del Centro de Investigación Langley, ayudaron a la NASA en su carrera espacial.
Figura 5: Trailer de la película Figuras Ocultas
Conocida por su gran precisión en la navegación astronómica, Johnson calculó, entre otros, la
trayectoria para la misión Mercury de 1961 (la que llevó al astronauta Alan Shepard a realizar el
primer vuelo suborbital estadounidense) y la del vuelo del Apolo 11 a la Luna en 1969.
Cabe destacar que la Agencia Espacial Europea (ESA) también juega un papel crucial en el desarrollo tecnológico de las misiones, como los satélites. Rubén Santamarta, a quien admiro profundamente, podría orientarnos sobre la seguridad de estos sistemas.
Figura 6: SATCOM Terminals: Hacking by Air, Sea, and Land by Ruben Santamarta @ Blackhat USA 2014
En 1998, Pedro Duque, el único astronauta español durante más de 30 años, participó como Especialista de Misión en el vuelo STS-95 del Transbordador Espacial. Su trabajo en gravedad cero abrió nuevas posibilidades para aquellos con una mentalidad “hacker” como nosotros, explorando otras condiciones físicas. Recientemente, tuve el placer de escucharle personalmente hablar sobre la importancia de invertir medios en el espacio, como lo hace en esta entrevista.
Figura 7: Entrevista a Pedro Duque en El Mundo
En 2024, España cuenta con un nuevo astronauta graduado, Pablo Álvarez Fernández, quien volará al espacio a comienzos de 2026, probablemente a la Estación Espacial Internacional, y al igual que su antecesor, desarrollará investigaciones sobre los fenómenos de la gravedad.
Lo más emocionante es que contamos con Sara García Alonso, la primera mujer astronauta española y también bióloga molecular. Ella seguirá los pasos de las mujeres “hacker” de la misión Apolo 11, desafiando sus propios límites al investigar en micro-gravedad para encontrar una posible cura para el cáncer a largo plazo. ¿Cómo? Simple, la ingravidez mata las células cancerígenas. Aun así, Sara defiende que “no debemos caer en el sesgo de confirmación”, una frase que nos despierta la llama de la curiosidad.
La curiosidad mueve el mundo. Sin dicha curiosidad, no habríamos avanzado hasta hoy. Necesitamos un estímulo, una ilusión, que nos ayude a avanzar y a hackear el futuro. Como diría el gran ChemaAlonso, un hacker, es una persona con mucha curiosidad y grandes habilidades en un ámbito específico, que lleva más allá lo que inicialmente se pensó. Sara García Alonso, a quien tanto admiro, y agradezco su apoyo, es una auténtica "hacker" del cáncer.
Figura 2: Apollo Guidance Computer
Hoy en día, la NASA sigue innovando. Conozco a una ingeniera que está desarrollando sistemas de comunicaciones resilientes en entornos hostiles, como la Antártida. Y sí, hablo en femenino porque en las misiones espaciales también hay mujeres extraordinarias, capaces de desafiarse a sí mismas para llevar la tecnología un paso más allá. En 1969, durante la misión Apolo 11, también hubo mujeres clave, conocidas como las “Figuras Ocultas”. Muchas de esas pioneras tienen "microhistorias" como la de Don Eyles y su hacking al Apollo XIV para salvarlo.
Figura 3: Libro Microhistorias: Anécdotas y curiosidades de la historia de la informática (y los hackers) de 0xWord |
Figura 4: JoAnn Hardin Morgan
Morgan trabajó en los programas Mercury, Gemini y Apolo, y tuvo acceso al panel de control en la sala de lanzamiento del Apolo 11. Cuando Karl Sendler, jefe de comunicaciones, solicitó personalmente su presencia en la sala de lanzamiento del Apolo 11, Morgan quedó “prácticamente extasiada”.
Katherine Johnson es, probablemente, la más conocida de las mujeres citadas en este artículo, gracias a la película Figuras ocultas. El largometraje cuenta la historia de esta matemática y de un nutrido grupo de mujeres calculistas afroamericanas que, desde la División Segregada de Cálculo del Ala Oeste del Centro de Investigación Langley, ayudaron a la NASA en su carrera espacial.
Figura 5: Trailer de la película Figuras Ocultas
Cabe destacar que la Agencia Espacial Europea (ESA) también juega un papel crucial en el desarrollo tecnológico de las misiones, como los satélites. Rubén Santamarta, a quien admiro profundamente, podría orientarnos sobre la seguridad de estos sistemas.
En 1998, Pedro Duque, el único astronauta español durante más de 30 años, participó como Especialista de Misión en el vuelo STS-95 del Transbordador Espacial. Su trabajo en gravedad cero abrió nuevas posibilidades para aquellos con una mentalidad “hacker” como nosotros, explorando otras condiciones físicas. Recientemente, tuve el placer de escucharle personalmente hablar sobre la importancia de invertir medios en el espacio, como lo hace en esta entrevista.
En 2024, España cuenta con un nuevo astronauta graduado, Pablo Álvarez Fernández, quien volará al espacio a comienzos de 2026, probablemente a la Estación Espacial Internacional, y al igual que su antecesor, desarrollará investigaciones sobre los fenómenos de la gravedad.
Lo más emocionante es que contamos con Sara García Alonso, la primera mujer astronauta española y también bióloga molecular. Ella seguirá los pasos de las mujeres “hacker” de la misión Apolo 11, desafiando sus propios límites al investigar en micro-gravedad para encontrar una posible cura para el cáncer a largo plazo. ¿Cómo? Simple, la ingravidez mata las células cancerígenas. Aun así, Sara defiende que “no debemos caer en el sesgo de confirmación”, una frase que nos despierta la llama de la curiosidad.
Figura 9: Sara García Alonso
La curiosidad mueve el mundo. Sin dicha curiosidad, no habríamos avanzado hasta hoy. Necesitamos un estímulo, una ilusión, que nos ayude a avanzar y a hackear el futuro. Como diría el gran ChemaAlonso, un hacker, es una persona con mucha curiosidad y grandes habilidades en un ámbito específico, que lleva más allá lo que inicialmente se pensó. Sara García Alonso, a quien tanto admiro, y agradezco su apoyo, es una auténtica "hacker" del cáncer.
Ayer, lunes 28 de octubre de 2024, comenzó su formación en el centro de entrenamiento de
astronautas en Colonia, Alemania, para llevar la ciencia un paso más allá y "hackear" el futuro. ¡¡
Sara, estamos contigo !! Como diría Neil Armstrong:
"éste es un pequeño paso para una mujer, un gran salto para la humanidad"
¡¡ Nos vemos a la vuelta !!
¡¡ Nos vemos a la vuelta !!
Autor: Guillermo "Willy" Renda
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