Once Telefónico, Always Telefónico: Tras 4.750 días comienzo mi año 14 en la Gran Telefónica
Mirando hacia atrás en el tiempo tengo que guiñar mucho los ojitos míos que ya no funcionan como antaño para ver aquel ya lejano 1 de Febrero de 2012 cuando me dieron mi primera tarjeta de Telefónica. Una que me permitía entrar en el edificio de Gran Vía para poder subir a las instalaciones de Wayra comenzar a trabajar allí. Ha pasado mucho tiempo, pero sobre todo ha pasado mucha vida.
Hoy comienzo el año 14 como Telefónico. Trabajando, como hago todos los días de mi vida, y con la sensación de haber disfrutado de hacerlo todos y cada uno de estos 4750 días - que son los que llevo contando con los cuatro años bisiestos vividos, los trece años anteriores y el día de hoy - de una manera intensa, especial y única.
No todos los días han sido una fiesta de alegría, ni todos los días han sido un no dormir la noche antes, pero sí que ha habido muchos de todo. Y lo que sí que os puedo decir que nunca ha sido un día indiferente para mí. Cada día he tenido un reto muy difícil por delante, que Telefónica no se conforma con menos, un cambio de contexto, que la compañía está muy viva y no para de moverse en un mundo muy grande, y una nueva oportunidad de crear el futuro, que a Telefónica le late fuerte el corazón y no tiene miedo de ser pionera.
La vida siendo Telefónico es de todo menos ir a la oficina, echar las horas y volver. No en la Telefónica del siglo XXI que yo he vivido. Es ir a una compañía con alma que te enamora y te demanda lo imposible porque no se conforma con menos. Donde la tecnología es el corazón de lo que hacemos, y donde no se mira a lo que se ha conseguido, sino a lo que hay que conseguir. Ya pasó lo que conseguiste, tienes en el debe nuevas cosas que conseguir. Nuevas cosas que hacer. Innovar. Crear. Evolucionar. Nada de cuidar un jardín. Hay que hacer nuevos jardines.
Tener el privilegio de ser primero el Chief Data Officer y luego el Chief Digital Officer de una compañía como Telefónica desde el año 2016, y haber estado construyendo las plataformas que hoy dan soporte a los servicios y productos digitales de la compañía, ha sido un regalo espectacular en mi vida. Llevar los equipos de Kernel (codename:4th platform), de SmartWiFi, de Novum (Mi Movistar, Meu Vivo, My O2, Mi O2, Mein Blau, Mein O2, etc....), HaaC (Codename:Home as a Computer), Living Apps, plataforma de TV (OTT, IPTV, Movistar+, Vivo Play, Movistar Play, etc...), Aura (Codename:YoT), la plataforma de pagos, los productos de innovación como Movistar Tokens, Tu Wallet, Tu Latch, Movistar Home Connect, Tu Metashield, Tu VerifAI, Movistar Experiencia Inmersiva, Hellium, los proyectos de research, y sus soluciones de Quantum, las patentes de innovación, el equipo de Discovery, Wayra y las inversiones en startups desde las que ver el futuro un poco más cerca, iniciativas como Utiq o Aduna a nivel europeo, y el proyecto más ambicioso que he vivido nunca para cambiar la industria a nivel mundial, Open Gateway, que además surgió de una locura mía personal un día de hace tres años, es un premio grabado a fuego en mí.
No solo tengo la suerte de llevar esas cosas tan chulas con gente tan especial, sino que además disfruto de meter las manos en la arcilla y moldear la base o partes de ellos. Dibujar la 4th Plataforma en 2016 en un papel, y verla hecha en 2019, dibujar en la pizarra cómo debía ser la plataforma móvil y verla crecer para soportar los más de 40 Millones de usuarios activos que tiene hoy, conectar puntos entre las plataformas, diseñar con el equipo un agente único en el router de SmartWiFi para crear HaaC, pensar en la interacción más allá de ver contenido con las Living Apps, hacer patentes con los equipos de innovación, discovery o research, y lo más importante, verlo funcionando todo con millones y millones de personas en todo el mundo, os prometo que es el sueño de cualquier ingeniero. Hacer tecnología que se use todos los días por millones de personas en su vida, es haber conseguido un sueño.
Pero lo mejor han sido las personas. La oportunidad de crear tecnología en una empresa tan grande, con tanto impacto en la sociedad, crea un tipo de personas con una cultura de servicio diferente. La gran Telefónica o la gran T, tiene en su gente su gran activo hoy en día. Y claro que tenemos conflictos. Muchos, si no no estaríamos retándonos a nosotros. Y más cuando lo que estamos haciendo es nuevo, no hay mucho con lo que compararse. Nadie tenía una 4th Plataform cuando Telefónica se atrevió a comenzar a hablar de ella, hoy todos nos preguntan "How did you built it?" o cuando Telefónica de España se atreve a competir con los grandes de la televisión, y hace una televisión única. O cuando se crea una red de SmartWiFi at scale con 11 millones de dispositivos conectados a un HaaC en tiempo real. O cuando el antiguo equipo de Tuenti hace Novum para soportar los más de 40 millones de usuarios activos en las apps móviles conectados a diferentes sistemas en diferentes países a través de Kernel, consumiendo billones de APIs. Todos los equipos que están ahí trabajando, en los países, tienen esa pasión en la mirada, y en las reuniones se respira el reto por delante siempre.
Y cuando vamos con los equipos de red y sistemas, la historia es aún más apasionante. Despliegues de servicios 5G, despliegues de fibra, operaciones de redes interconectadas con cables submarinos, con troncales, con pairing de empresas, con preocupaciones que tienen que ver con el milisegundo. Discusiones de densificación de planes urbanísticos, de datos para correr los algoritmos de ML que nos den los planes de despliegue más eficiente, de cómo están funcionando los algoritmos de IA para detectar los problemas de calidad, las averías o los servicios que no están bien dimensionados. Horas de trabajo pra que la calidad de la conexión suba en ancho de banda, baje en latencias, se reduzca en tasa de errores, aumente en tasa de aciertos. Problemas de ingeniería en los que la arquitectura de sistemas importa. En los que entender los detalles de la tecnología es crucial para tomar las decisiones que van a decidir el gasto de muchos recursos.
Así que cada día de esos 4750 días durante todo este tiempo ha sido y es un viaje apasionando. Ha sido MI viaje. Cuando pienso en aquel mes de Enero de 2012 cuando acepté comenzar el 1 de Febrero siguiente me digo a mi mismo: "¿Y si llego a decir que no a Telefónica y me pierdo todo esto?".
Por todo esto, hace ya muchos años que soy Telefónico. De esos que lo tienen grabado en la piel. A fuego. De los que se desvela por los problemas de la Telefónica. De los que no escatima horas que echar para mejorar algo de la parte que me toca barrer, o de lo que me pidan que barra, y cuidar de la casa. Es parte de mí. Es parte de todos los Telefónicos. Incluso de los que ya no están, que siguen, como vimos en la crisis de la Dana, ayudando a los compañeros como si aún estuvieran fichando en los tornos. Porque nosotros sabemos que "Once Telefónico, Always Telefónico". Así es esta compañía. Es difícil de explicar, pero es así.
¡Saludos Malignos!
Autor: Chema Alonso (Contactar con Chema Alonso)
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